1. Reasignación de puestos

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—Así que tienes un admirador secreto... —Decía su mejor amigo mientras leía la nota que el día anterior había sido depositada en su casillero.

—Eso parece, dejó también un chocolate, estaba riquísimo, creo que era casero.

—Sabe tu debilidad, estás perdido.

—¿Qué debilidad? —La confusión era genuina.

—Comer. —Recibió un golpe en el hombro.

Ese día habían llegado a la escuela un poco más temprano de lo habitual, la razón era que habían modificado su horario y ahora la clase de literatura era en la primera hora y ese maestro era el mismísimo diablo, era mejor no hacerlo enfadar.

—Iré por mis cosas y a ver a Jihoon, te veo en clase. —El menor sólo pudo atinar a reír de la ternura que le daba aquella pareja.

Abrió su casillero y salió disparado al suelo un sobre de color rojo. Miró a todos lados al recogerlo, avergonzado de pensar que era otro detalle de la misma persona que había dejado la nota el día anterior. Sacó el papel doblado que contenía y pudo notar rápidamente que esta vez era una carta, por lo que decidió leerla después ya que el timbre sonó repentinamente y no quería ser reñido.

—¡Tú puedes! —Sonó desde dentro del salón antes de que él chocara contra un cuerpo más grande que el suyo, el cual evitó que cayera al piso tomándolo por los codos, sin embargo, las cosas que tenía se desparramaron.

El chico que lo había salvado de caer, el cual pudo reconocer rápidamente como Guanlin, el chico que había llegado de intercambio cuando comenzó el periodo, comenzó a recoger sus cosas mientras se disculpaba repetidas veces. Tomó por último la carta y su rostro se sonrojó inmediatamente.

Daehwi quería que la tierra se lo tragase, era obvio que por el color del sobre y el estúpido corazón, que él no había notado que estaba dibujado, aquella era una carta de amor, así que avergonzado de toda esa situación, arrebató el sobre de su mano y corrió a tomar asiento, el cual compartía con su mejor amigo, que no estaba ahí para salvarlo.

—La cagaste. —Dijo Seonho cuando el taiwanés se sentó junto a él. —Te di la oportunidad perfecta al empujarte.

—No vuelvas a hacer eso, estoy muy avergonzado. —Cubrió su rostro con las manos.

—No estabas tan avergonzado cuando robaste la clave de su casillero.

—Cállate. —Se aseguró de que nadie estaba escuchando. —No puedo hablar con él de frente, es muy lindo, hace que me falte el aire.

—Awww, eso es muy romántico, deberías decírselo.

—No puedo. —Recostó la cabeza en su pupitre. —Además tiene un novio universitario, ¿cómo podría competir con eso?

—Terminaron hace unas semanas.

—¿Cómo lo sabes? —Se incorporó completamente interesado.

—Tengo mis contactos. —El alto suspiró y con discreción, dirigió su vista hacia el asiento de Daehwi, el cual se encontraba leyendo la carta que él había escrito durante la noche.

—Está leyendo mi carta. —Tomó deprisa un libro y lo abrió a la mitad para esconder su rostro detrás de las páginas y poder seguir observando.

El rubio frunció el ceño e hizo un puchero al notar que aquella carta estaba impresa. No podría reconocer a su enamorado por la letra.

Por segunda vez en el día, se cercioró de que no hubiera ningún mirón y comenzó a leerla.


Amar es... || PanHwi (Lai Guanlin x Lee Daehwi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora