Amar es... || PanHwi (Lai Guanlin x Lee Daehwi)

13. La insoportable levedad del ser (Parte 1)

A Daehwi le encantaba la forma en la que su novio lo besaba por la mañana. No tenía vergüenza de tomar sus labios entre los suyos frente a los demás. Cuando estaban juntos, las demás personas no tenían ningún valor, sólo eran parte de la escenografía en su obra de teatro romántica.

Guanlin acarició su mejilla de forma suave mientras lo besaba. Le encantaba. Lo amaba.

No tenía que detenerse a pensar ni un segundo acerca de sus sentimientos por el taiwanés. Lo amaba y estaba seguro de aquello.

A pesar de que sentía una chispa de culpa al pensar en su exnovio cuando estaba con el joven Lai, no podía evitarlo. Además, para él era obvio que su LinLin era por completo perfecto.

Le encantaba que su novio pareciera querer ir siempre en cámara lenta, como si atesorara cada segundo que estaban juntos.

"Lo amo, lo amo, lo amo." Se decía a sí mismo casi cada minuto, tratando de disipar las enormes ganas de gritarlo a los cuatro vientos.

Cortos besos fueron depositados en sus labios, indicando el término de esa sesión amorosa matutina.

—Estoy tan feliz de que nos hayamos arreglado. —El extranjero abrazó a su pequeño novio y soltó un suspiro, liberando así la tensión de los días anteriores.

—Yo también... Pensé que moriría sin mi dosis diaria de tus besos. —Acarició los labios ajenos con su pulgar, sorprendiéndose por la repentina necesidad que sentía de volver a besarlo.

—¿Debería darte una dosis equivalente hoy? Me preocupa que tengas un período de abstinencia demasiado largo. —Volvieron a acercarse sin rozar sus labios, únicamente para disfrutar de la cercanía. El más bajo acarició el pecho ajeno con lentitud viendo directamente a sus ojos.

—Yo sé con qué podrías compensar los días que no te tuve cerca. —Se mordió el labio inferior sin romper el contacto visual, logrando que el miembro de su novio comenzara a levantarse con entusiasmo.

—Así que regresaste con Marisol... —Jihoon soltó con sarcasmo. Daehwi le dedicó una mirada cansada.

—¿Marisol? —Preguntó Guanlin con incredulidad, el mayor de los tres rodó los ojos.

—Con un ojo mira al mar y con otro al sol, ¿no puedes aprender un chiste tan básico aunque sea? —Estaba molesto. Pensaba que tendría a aquél chico únicamente con tronar los dedos y darse cuenta que su insinuación en la cafetería no había funcionado para nada, le hacía hervir la sangre.

—¿Qué quieres Jihoon? ¿No tienes suficiente con hacer sufrir a Jinyoung?

—Terminé con él porque está enamorado de tu patético mejor amigo. Si lo piensan bien, le hice un favor.

—Eres un idiota.

—Vaya... La gata Lee por fin habla. ¿Estás muy contento? ¿Crees que Guanlin estará contigo para siempre?

—En realidad, no lo creo... Pero estoy seguro que alguien tan perfecto como él no estará jamás  con una persona  con el corazón lleno de mierda y el ego inflado como tú.

Daehwi se dió la vuelta comenzando a caminar hacia el salón de clases, esperando silenciosamente que su novio siguiera sus pasos y suspirando de alivio cuando comprobó que así era.

—Dae, eso fue genial. Totalmente cool. Nunca había sido testigo de alguien cerrando su boca de forma tan magistral. —A pesar de que el alto se encontraba bastante divertido, no pudo evitar notar a su pequeño novio preocupado a pesar de que trataba de ocultarlo. —¿Estás bien, cariño?