Diez minutos después de acabar la consulta con Aiden decido en ir en busca de mi padre. Subo la escalera y lo busco durante varios segundos. En cuanto llego a su despacho reconozco la característica música de "Kiss". Siempre la pone cuando está haciendo papeleo. Me apoyo en el umbral de la puerta unos segundos y me río sola mientras lo observo. Me acerco a él y se sobresalta cuando me acerco.
-¡Alice!.- Chilla.-Me has asustado niña.-
-Lo siento.- Me río.- No era mi intención.- Mi padre me mira fingiendo indignación pero no tarda en reírse también.- ¿Qué estás haciendo?.-
-Las cuentas de la casa.- Suspira pesadamente mientras se quita las gafas y se masajeando las sienes.- A tu madre no se le dan bien los números.- Dice y nos reímos nuevamente. -¿Qué tal te ha ido la consulta?.- Pregunta de la nada.
-Bien, bueno... ha sido un poco... intenso y directo. Pero Aiden me cae bien.- Me encojo de hombros intentando no ser tan pesimista delante de mi padre.
-Es el primer día Alice. Dale tiempo.- Me mira intentando darme apoyo. Yo suspiro y me acomodo en la silla frente a él.-No intentes correr cuando no sabes camin...-
-Señor Clark, me gustaría hablar co..., ¡Ah!, Hola Alice.- Aiden interrumpe nuestra conversación de repente. Se ha cambiado de camisa y ahora es de cuadros azules a juego con un pequeño gorro de lana del mismo color. Da la sensación de que va a salir en breve y de que en su vestidor solo hay camisas de cuadros.
-Aiden, siéntese por favor. Alice, hablamos después.- Sentencia mirándome con una cara que nada más verla me dice que salga sin rechistar. Me molesto un poco al ver que mi padre me sigue tratando como como una adolescente de 14 a mis 23. Resignada abandono la habitación, no sin que antes Aiden me guiñe el ojo. Yo ruedo los ojos y cierro la puerta nada más salir.
Iba a bajar decida hacia la sala de estar pero decido quedarme a cotillear tras la puerta. Escucho los murmullos entrecortados de mi padre. Me cuesta entender lo que dicen ya que parece que hablan en voz muy baja a propósito. Me acerco un poco más a la puerta y es ahí cuando puedo distinguir la voz de mi padre.
-Estoy muy preocupado por ella. Pocas veces sale de casa y casi no tiene amigos. La quiero muchísimo pero no quiero tenerla en casa con 40 años.- Se ríe algo incómodo.- Me gustaría que fuera la Alice de antes, que salga, que tenga amigas, un trabajo... yo sé que ella vale muchísimo solo es que no se da cuenta. Y me da pena de que... Perdón...-
-Tranquilo señor Clark, es de lo más normal. Respire hondo y confíe en mi, que a su niña la sacamos adelante juntos.- Decido que es el momento de irme. Escuchar a mi padre llorar es una sensación bastante incómoda para mí ya que en mis 23 años solo lo vi llorar una vez y fue cuando nació mi hermano. Pero esa vez fue de alegría y no de tristeza como ahora.
Acelero el paso para volver a encerrarme en mi habitación. Mi lugar de tortura psicológica. Cierro la puerta rápidamente y me apoyo sobre esta. Las lágrimas me pican en los ojos y no puedo evitar que se escapen libremente. Me deslizo hasta llegar hasta el suelo apoyándome sobre las palmas de las manos. Y pensando en cual miserable soy y en cómo será la forma en la que por fin venza a mis mayores temores me quedé dormida junto con un horrible dolor de cabeza.
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-Niña, despierta. Por Dios Alice, ¿Qué haces ahí tumbada?.- Me sobresalto porque siento que me zarandean bruscamente. Abro mis ojos y veo a mi madre con cara de pocos amigos mirándome como si fuese lo peor del mundo.-¡Levanta!, ¿Sabes lo preocupado que tenias a tu padre?.-
-¿Porqué?, sólo me he quedado dormida.- Intento enderezarme y estirar un poco el cuello.
-Claro niña, sólo te has quedado dormida contra la puerta haciendo que sea imposible abrirla. ¡Pensamos que estabas intentando suicidarte o algo parecido!.- Exclama furiosa.-¡William, ya despertó!.-
Me levanto y siento sobre la cama aún sin entender nada. Ahora va a ser que tampoco voy a poder dormir tranquila.
-Al. Al, ¿Estás bien?.- Mi padre aparece correteando por la puerta y se aproxima a mí.- ¿Qué te pasó?, Estás hinchada. ¿Has tomado pastillas?.- Me examina intensamente e incluso mira mis muñecas en busca de marcas.
-Papá, sé que estoy mal pero aún no llego al punto de querer autolesionarme. Tienes que confiar en mí.-
-Claro, aún...- Espeta mi madre mirándome en forma de reproche desde la puerta.
-Alice, yo confío en ti, sólo que tengo miedo de que algo te pase.- Intento sonreírle pero creo que más bien me sale una mueca extraña. Aprieto su mano levemente para mostrarle que realmente agradezco su ayuda. No soy una persona que muestre su cariño por los demás mediante el contacto físico.
Herencia de mi madre supongo.
-¿Crees que puedes quedarte tranquila un rato sin volver a asustar a tu padre?.-
-Lo que yo creo señora Clark es que debemos dejarla descansar un rato.- Aiden aparece en escena de repente. Lo cierto es que me siento aliviada porque en cierta manera le hace frente a mi madre y me siento un poco más tranquila.-Vamos, no me mire así. Le puede pasar a cualquiera tampoco hay que ser tan extremista.-
-Extremista dice...-
-Lillian...-Mi padre me mira por última vez de soslayo y se levanta para ir junto a mi madre.-Descansa un poco Alice. Te vendrá bien.- Dice, y se va seguido por mi madre.
Aiden la mira con cara burlona y se acerca para sentarse cerca de mi, en la cama.
-No le hagas caso. Debo respetarla porque es quién me está dando de comer ahora mismo pero no te hace ningún bien. Está un poco desquiciada.- Hace un ademán con la mano que me hace sonreír un poco.-Tú apóyate en aquellas personas con las que te sientas mejor... como tu padre, tu hermana o incluso en Christian.-
-¿Y en qué se supone que me va a ayudar el enano?. Quiero decir, es pequeño y no creo que me pueda aconsejar en muchas cosas.- Me encojo de hombros.
-A veces son los más pequeños quienes nos enseñan las mejores lecciones de la vida.- Hace una pausa, suspira y se levanta de un salto.- Piénsalo.-
Antes de salir por la puerta, asoma sólo medio cuerpo y, tal como lo dijo mi padre me aconseja:
-Descansa un poco Al, te vendrá bien.-
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Ways To See It
Ficțiune adolescenți¿Alguna vez has sentido como tu pulso se acelera casi al instante?. ¿Has sentido como desconfias de todo y de todos los que te rodean? ¿Alguna vez te has sentido insegura solo por el hecho de tener que salir a la calle?. Me llamo Alice Clark y esta...