Un amor inesperado y una tragedia

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Desde lo que sucedió ayer por la noche, Susan me ha estado evitando con excusas como : "Estoy cansada. No tengo ánimos para hablar..." - pensaba Peter.

- Peter - dijo su madre - ¿Cariño estás bien?

- Sí, mamá - dijo con una ligera sonrisa - Solamente estaba distraído.

- Mmm... Sé que te pasa algo. Pero si no me lo quieres decir, está bien - dijo su madre mientras terminaba de preparar el equipaje.

Sus padres se van de viajes de negocios a EEUU. Y regresarán en 5 días.

- Peter, cuida de tus hermanos - dijo su padre - Confío en que podréis estar solos.

- Haced caso a Peter y Susan - dijo su madre a Lucy y a Edmund, sobretodo a Edmund.

Después de que se fueran, estuvieron todo el día en la casa.
Edmund y Peter jugaban al ajedrez mientras Lucy veía cómo jugaban y Susan leía un libro.

Se fueron a dormir. Toda la noche estuvo lloviendo. Parecía que algo malo estaba por venir.
Peter se levantó por un vaso de agua, cuando fue a la cocina se encontró a Susan.

- ¿Tampoco puedes dormir? - le preguntó Peter.

- No... - dijo Susan y se fue. Pero antes de que subiera las escaleras. Peter la cogió del brazo y la hizo girar hacia él.

- Su, no podemos seguir así.

- Lo sé. Pero no sé que decir respecto a lo que pasó esa noche.

- ¿Sentiste algo? - preguntó pero ella no lo miró - Está bien, entiendo.

- No lo entiendes - dijo Susan con una voz triste - Sí, sentí algo que creí que no iba sentir con nadie más a parte de Caspian.

Peter sintió una leve esperanza hasta que mencionó a Caspian, sabía perfectamente que ella sentía algo muy fuerte por él. No sabe porqué si ni siquiera tuvieron tiempo para conocerse.

- Tengo que admitir que me gusto que me besaras. Pero lo nuestro no puede ser. Somos hermanos... - dijo Susan antes de marcharse - Tenemos que olvidar lo que pasó y seguir adelante.

"Sé que tiene razón. Pero qué puedo hacer, lo que siento por ella es demasiado fuerte. Ya intenté olvidarla una vez y no funcionó" - Pensó Peter.

Así que Peter la seguió hasta su habitación, le cogió la mano y la obligó a bajar. Le dijo que hiciera silencio para no despertar a sus hermanos.

- ¿Qué pasa ahora Pet?

- No puedo olvidarme de lo que pasó.

- ¿Por qué no?

- Porque estás grabada en mi corazón desde aquella noche - dijo Peter, y Susan sabía que se refería a lo que pasó el día que salieron a cabalgar hace ya más de 15 años.

- Peter, no hagas más difícil la situación - dijo Susan intentando ser fuerte.

- Pero es que tú eres la única razón que tengo para levantarme por las mañanas - dijo Peter, puso su mano izquierda en la mejilla de Susan y la derecha en la cintura de Susan. La acercó a él y la volvió a besar demostrándole que sus sentimientos hacia ella no los puede ocultar más. Ella al principio no quiso pero se dio cuenta que empezaba a sentir algo muy intenso por Peter. Algo que no era posible. Pero era más fuerte que ella. Decidió seguir a su corazón en lugar de su cabeza que lo único que le decía es que eso era un grave error.

Después del beso, Susan no podía evitar sonreír.

- Me encanta verte sonreír - dijo Peter y le sonrió también.

Estuvieron hablando de como sería su relación. Acordaron que se verían en las noches y que nadie se podía enterar de lo que estaba pasando entre ellos dos.

Peter y Susan estaban muy felices, pero sabían que lo que hacían no terminaría bien.
Sin embargo, iban a disfrutar de los pocos momentos que podrían estar junto. Porque estar juntos les ayudaba a estar mejor consigo mismos. Peter porque sentía que por fin podía compartir con Susan todos sus sentimientos y ser libre de expresarlos. Juntos superarán todo.
Y Susan porque las heridas de su primer amor estaban sanando. Volvía a ser la Susan que no usaba una máscara para ocultar lo que sentía.

Los días pasaban, Peter y Susan cada vez eran más cariñosos entre ellos cuando estaban solos. Susan iba por las noches la habitación de Peter y hablaban sobre Narnia. Recordaban los buenos momentos que vivieron, reían, y el recuerdo del que fue y será siempre su hogar ya nos les resultaba doloroso. Habían aprendido a aceptar y no sentir rencor.

Durante todas esas noches que sus padres no estuvieron. Susan se quedaba dormida en la habitación de Peter. A él le encantaba mirarla mientras dormía. Se sentía en paz y feliz.

Los 5 días pasaron y llegó la mañana en que sus padres regresarían.

- ¡Edmund! - gritó Susan - Levántate, el desayuno ya está.

- Quiero dormir - dijo Edmund mientras se tapaba la cara con una de sus almohadas - No molestes.

- Papá y mamá, llegaran en dos horas y tenemos que dejar todo listo - dijo Susan manera autoritaria.

- Sí mamá - dijo Edmund riendo y bajó a desayunar. Y Susan no sabía si molestarse o reírse por lo que Ed acaba de decir.

Ya estaba todo preparado. Tocan el timbre de la puerta, Peter la abre y habían dos policías.

- Buenas días, es la casa de los señores Pevensie - dijo uno de los policías.

- Sí... son nuestros padres - dijo Peter y se temía lo peor. Volteó a ver a sus hermanos que estaban detrás de él. Y supo que ellos también pensaban lo mismo- ¿Sucedió algo?

- Lo lamentamos, pero sus padres tuvieron un accidente de coche de regreso a casa y...- dijo el policía con lástima - murieron.

Los hermanos Pevensie no pararon de llorar por la noticia. Ahora sí estaban solos en ese mundo...
A pesar de que tuvieran familiares, no sería lo mismo. Porque el hueco que dejaron las personas más importantes de su vida nadie lo puede llenar. Se sentían perdidos, inseguros, tristes, desolados. Sin saber a dónde ir y qué hacer.
Esa sensación era nueva para ellos.
                         ~~~

El funeral llevó corto tiempo.
La experiencia en Narnia los había hecho más fuertes. Y tenían que serlo, apoyarse los unos a los otros más que nunca. Ahora estaban ellos cuatro contra el mundo.
Sabían sus padres estaban en un lugar mejor.

Después del funeral, todos regresaron a casa. Su tía Alberta les ofreció que se fueran un tiempo con ella. Ellos aceptaron su propuesta pero se irían dentro de dos días, querían estar un tiempo solos.

Esos dos días estuvieron callados, solo comían y dormían. Hasta que la mañana en la que irían a casa de su tía :

- No os preocupéis. Estaremos bien - decía Peter a sus hermanos antes de salir de casa - Yo prometí a nuestros padres que siempre cuidaría de vosotros. Y así lo haré.

Al decir esto, todos se abrazaron y se sintieron más reconfortados.

Fueron a la estación de tren, pero lo que no sabían es que estaban a punto de encontrar su felicidad perdida.

Amor a través del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora