Después de que los Reyes de Antaño ayudaran a Caspian a derrotar a Miraz. Los Pevensie se vieron obligados a regresar a Londres. Lo más trágico fue que ni Peter ni Susan podían regresar de nuevo a Narnia, por que ya habían aprendido todo lo que debí...
El bosque permanecía en silencio solo se escuchaba el sonido de las hojas de los árboles que se mecían con el viento y los rayos de luz del sol a penas lograban atravesar al bosque debido a las frondosas ramas de los árboles. En las profundidades del bosque entre los mundos se encontraba la Bruja Blanca.
- Preparen el ejército - ordenó Jadis a un guardia -. Es hora de atacar.
Rápidamente apareció un ejército no muy numeroso pero sí suficiente para atacar la Isla de Galma. Mientras que la Bruja Blanca se encontraba en una pared de hielo, a través de la cual se comunicaba con sus siervos. Aunque su cuerpo no estuviera allí, la presencia gélida que emanaba a través de aquel reflejo de hielo intimidaba a sus hombres. Su mirada fría y penetrante, su voz cortante y afilada. Jadis era fuerte y ahora más que nunca que buscaba su venganza.
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- Mi reina, cuando usted ordene procederemos con su liberación - dijo Thorin, enano fiel a Jadis y segundo al mando.
- Todo a su debido tiempo - comentó Jadis con una sonrisa malévola.
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Un soldado llegó a Cair Paravel para informarles a los reyes sobre los ataques que estaban teniendo lugar en la Isla de Galma y en otras islas alrededor.
- Esto es una emboscada - dijo Caspian.
- Lo sé, pero no podemos dejar a los habitantes de esas islas solos - dijo Peter.
- Estoy de acuerdo - comentó Edmund - Propongo que Caspian, Lucy y yo dirijamos una división del ejercito para defender de las islas y sus habitantes.
- Sí - asintió Peter -, yo me quedaré con Susan por si llegan a atacar Cair Paravel por sorpresa.
Una vez planeado las maniobras de contraataques. Caspian, Lucy y Edmund se dirigieron hacia la Isla de Galma, mientras que Peter ordenó que hubiera cuatro soldados por cada entrada y salida de Cair Paravel y que ante cualquier ataque del enemigo, activarán la alarma de emergencia. También había arqueros en las torres y balcones del castillo.
Al llegar a Galma, Caspian, Edmund y Lucy se sorprendieron al ver tal destrucción. Las casas y edificios estaban ardiendo en llamas. Las personas, narnianos y niños corrían; algunos intentaban apagar el fuego pero este solo crecía y crecía.
Los reyes vieron cómo los soldados enemigos atacaban a los aldeanos y rápidamente fueron a ayudar. Una parte de su ejército se encargó de ayudar a apagar el fuego y la otra de alejar al enemigo.
Lucy ayudaba a los heridos curándoles con su poción mágica, mientras que Edmund y Caspian luchaban pero el calor que emitía el fuego complicaba la situación.
Edmund se encontraba luchando con dos soldados a la vez, estaba concentrado en acabar lo más rápido posible con la pelea, y no se dio cuenta que un tercero lo atacó por la espalda impidiéndole moverse. No pudo reaccionar a tiempo, el ogro lo tenía agarrado por la espalda fuertemente impidiéndole poder zafarse del agarre.
