Amor a través del tiempo

La Llegada (parte III)

Al saber del secuestro de la reina Susan, la fiesta se acabó. Rápidamente se movilizaron tropas en busca de la reina por los alrededores del palacio. Edmund y Peter se llevaron a otra división para adentrarse más en el bosque. Mientras que Caspian y Lucy se quedaron en Archenland junto al rey Arthur para estar atentos a cualquier noticia sobre la reina.

Peter estaba desesperado, quería encontrar a su reina lo más pronto posible. Rogaba a Aslan por su seguridad y porque no se la hubieran llevado demasiado lejos para así poder alcanzarlos. No podía perder a ninguno de los dos amores de su vida. Ni ahora ni nunca. Era todo cuanto tenía y por cuanto había luchado, no lo perdería.

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Susan se encontraba en lugar frío, iluminado con unas cuantas antorchas que le daban un aspecto sombrío al lugar. No sabía dónde se encontraba pero sospechaba que estaba bajo tierra porque el calabozo en el que estaba no tenía ventanas y había una pasillo que conducía a una escalera.

Estaba sola en aquel lugar, las otras celdas se encontraban vacías.
Mientras observaba el lugar buscando una forma de escapar, sintió un dolor punzante, que la hizo gemir, y abrazó su vientre con fuerza.

- No, cariño, ahora no - decía Susan mientras se sentaba en el catre. Rogando de que aún no naciera -... No quiero que te aparten de mi lado.

Una doncella entró en el calabozo con algo de agua y pan para la reina.

- Por favor, ayúdame a escapar - suplicaba Susan a la doncella -. Te lo ruego.

- Lo siento, su majestad - dijo triste la doncella -. Yo tampoco puedo salir de aquí.

- ¿Por qué?

- Si la ayudo en el parto, dejarán vivir a mi familia - respondió cabizbaja para después marcharse. Dejando a Susan sin ninguna esperanza.

Susan se sentó en el catre y empezó a cantarle una nana al bebé, intentando tranquilizar los dos corazones inquietos y tristes mientras las lágrimas brotaban de sus ojos y recorrían silenciosamente su rostro.

"A dormir, a dormir
A dormir, mi bebito.

Que tus sueños sean siempre
De amor, cariño y paz.

A dormir mí bebé
Que los ángeles van
A cantarte y cuidarte
Para que duermas en paz.

A dormir, a dormir
A dormir, mi bebito.
Que tus sueños sean siempre
De amor, cariño y paz.

A dormir mí bebé
Que los ángeles van
A cantarte y cuidarte
Para que duermas en paz."

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- ¿Cuándo va a nacer? - preguntó autorotariamente Jadis a la doncella.

- Al entrar, vi la expresión de dolor en el rostro de la reina Susan - respondió temerosa y dubitativa -. Tal vez mañana al amanecer nazca.

- Genial - expresó Jadis sonriendo malévolamente -. Vigilala y apenas nazca el elegido, tráemelo - ordenó Jadis a Thorin.

- Si, su majestad - dijo Thorin sonriente.

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Todas las tropas regresaron a Archenland sin ninguna noticia de la reina.

Los reyes de Narnia regresaron a Cair Paravel pero uno de sus guardias más leales se quedó en Archenland junto con un grifo para informar rápidamente a Cair Paravel  sobre cualquier noticia o rastro de la reina Susan.