Decisiones

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El cuerpo de Jadis se pretificaba con cada segundo que pasaba hasta que al final se convirtió en piedra y la piedra se convirtió en ceniza. Desapareció, el viento se llevó todo, el susurro maldito de Jadis y la nada que quedaba de ella.

Peter caminó cansado hasta donde se encontraban Susan, Edmund y Caspian. Al llegar cayó de rodillas totalmente exhausto.

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La rayos de luz entraban por la ventana, deslumbrando a Peter y provocando que se despertará.

- ¡Peter! - exclamó Susan, que acababa de entrar y corrió a abrazarlo - ¡Por fin despertaste!

- ¿Cuánto tiempo llevó dormido? - preguntó desorientado Peter mientras se sentaba en la cama.

- Un día - dijo Susan desviando la mirada. Aunque sólo fue un día, para ella cada minuto se le hizo eterno. Peter sonrió por la reacción de su amada esposa.

- Ya no tienes de que preocuparte.- dijo Peter abrazando a Susan - Lo más díficil ya ha pasado.

- Peter...- comentó Susan intranquila - Aún hay algo que no se ha solucionado.

- ¿Qué puede ser? - preguntó Peter - La Bruja Blanca ya está muerta.

- La brecha que se abrió con la liberación de Jadis, no se cerró al morir ella.- respondió Susan.

- Pero se supone que si ella moría, la grieta se cerraría.- continuó Peter.

- Aslan, sólo nos dijo que cuando despertarás, él vendría a hablarnos sobre esto.- dijo cabizbaja Susan.

- No te preocupes.- reiteró Peter - Todo estará bien.- finalizó Peter dándole un tierno beso en los labios a Susan, que se iba profundizando y se vio interrumpido por alguien que acababa de llamar a la puerta.

- ¿Podemos pasar? - preguntó Lucy desde el otro lado de la puerta.

- Adelante.- respondió Susan mientras reía por la cara de molestia dibujada en el rostro de Peter por haberlos interrumpidos.

- Traje al angelito de la casa para que así su papá se despertará.- dijo Lucy - Pero veo que ya no será necesario.- comentó Lucy tratando de no reír al ver que Peter tenía un poco del brillo de labios de Susan.

- Gracias por traerlo.- dijo Peter mientras Lucy le entregaba al pequeño William en brazos y este le sonreía.
Desde que nació, el pequeño príncipe ha sido un pequeño muy vivaz y risueño. Y es el tesoro de los reyes.

Lucy se marchó dejando a Peter y Susan solos con William. Estuvieron hablando y intentando hacer reír a William.
Hasta que el momento de afrontar el problema de la grieta llegó. Temían por lo que Aslan tenía que explicarles.

Con la llegada de Aslan, los corazones de cada uno de los presentes no podían evitar de latir a mil por hora. Nervios, angustia, dolor...eran unos de los tantos sentimientos que se encontraban mezclados en sus corazones. Ya que el destino de alguno de ellos, tendría algo que ver con la solución para el cierre de la brecha.

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Aslan, los Pevensie y Caspian se encontraban en el estudio.

- ¡Bienvenido Aslan! - dijeron al unísono los presentes y sonrieron.

- Gracias - respondió sonriente Aslan -. Me alegró de que ya te encuentres bien Peter - dijo Aslan y Peter le devolvió una sonrisa.

- La grieta formada en la tierra, debido al desagarro en el velo que separa el submundo del mundo de los vivos, creado por la liberación de Jadis... - comenzó a  explicar Aslan -... no se pudo cerrar del todo, debido a la desestabilización creada entre los dos mundos. Provocando un desequilibro que puede causar la destrucción de ambos - las palabras de Aslan dejaron atónitos a los presentes, no sabían qué decir o pensar.

Amor a través del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora