Cómo domar a tu dragón [KrisHo]

Capítulo 8: Un delincuente y una botella

Así es como Yifan idea un plan perfecto, un plan a prueba de tontos, para descubrir qué es lo que esconde Joonmyun porque es un gigante curioso y tiene-que-saber.

El miércoles cerca de medio día el psiquiatra sale de nuevo del departamento, mochila en mano, así que obviamente el chino sale detrás de él, asegurándose de seguirle a una distancia prudente. Está esperando verle subir a algún auto desconocido pero no, el joven camina por la calle, parece cansado todavía.

Le sigue hasta la estación de metro asegurándose de entrar en el vagón de junto y de mantenerse pegado a la ventana para que no sea tan obvio (o al menos lo menos obvio posible: mide casi 1.90 metros por todos los cielos) que está espiando a alguien.

De una forma u otra se encuentra en la última estación... No hay Joonmyun por ningún lado y eso solo le hace pensar que salió por otra de las puertas.

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—Lo perdí —les informa más tarde a sus amigos cuando se deja caer sobre el sofá en la habitación de Chanyeol, porque claro, el troglodita no compró una cama, él solo quería un sofá como los rock star de la televisión—. Perdí a Joonmyun en el subterráneo.

Chanyeol solo le observa desde el piso donde está arreglando una de sus guitarras, arquea una ceja, por lo que es Kyungsoo es que termina respondiendo, claramente ninguno comprende las implicaciones del problema.

—Descuida, estoy seguro que a su edad sabrá cómo sobrevivir sin ti.

Efectivamente, no lo entiende, no comprende que perdió su oportunidad de averiguar a donde ha estado yendo y no que literalmente perdió a Joonmyun.

—¿Qué tal si va a ver a su novio o novia misteriosos? ¿Qué tal si está involucrado en drogas? ¿O en una banda delictiva...?

—Yifan, escucha, no sé qué tramas pero Joonmyun definitivamente no está en una banda delictiva.

—¿Cómo lo sabes?

—Yifan, por favor, entra en pánico cuando las puertas están cerradas con seguro y él no tiene llave, no puede, y repito, no puede estar en una pandilla —esta vez le responde Chanyeol, parece ser que también tiene más habilidad para mantener la calma que él.

Bueno, Chanyeol tiene un punto.

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Para el viernes Joonmyun sale de nuevo del departamento pero a Yifan no puede importanle porque se encuentra demasiado ebrio en el apartamento donde vive Yixing, no porque sea su amigo, no, pero está dando una fiesta e invitó a Luhan que le invitó a él y ahora se encuentra jugando beer pong en los vasos rojos de plástico que nunca pueden faltar en una fiesta. 

Cree que ha bebido al menos un montón de soju... o vodka... o... algo así, siente la cabeza ligera y eso es lo mejor. El filtro que le impide decir todo lo que piensa hace mucho que se encuentra apagado (aunque normalmente no funciona muy bien así que realmente no importa).

Está buscando comida en la cocina minutos más tarde cuando entra Yixing solo para tomar otra cerveza, se ve bastante bien, si Yifan debe admitirlo (y no lo hará) de alguna forma puede comprender por qué Joonmyun se fijaría en él antes que en Chanyeol, por ejemplo, es atractivo y tiene un par de tatuajes que se asoman bajo la tela de la camiseta sin mangas que lleva.

Se pregunta de forma ausente si Joonmyun tendrá algún tatuaje.

—¿Joonmyun no viene a la fiesta? —no sabe en qué momento hace su pregunta pero cree que ya es muy tarde para fingir que no fue él.

—Ha estado ocupado, tiene muchas cosas que hacer y en qué pensar —es una respuesta sencilla, simple, que tiene sentido.

Obviamente Yifan no lo puede dejar solo así, Yifan nunca va a dejarlo así. Ha visto suficientes programas de criminales y series de policías para saber que aparecerá un cadáver en una playa y Joon será el principal sospechoso.

—¿Joonmyun está en una banda criminal o algo así?

Yixing de nuevo le dirige esa mirada de que no puede creer lo estúpido que es. Yifan tampoco puede creer lo estúpido que es la mayor parte del tiempo pero lo deja pasar porque a veces la ignorancia es buena.

Parece ser que Yixing se da cuenta de algo que él no, debe ser porque igual es psiquiatra.

—Así que no te lo ha dicho —chasquea la lengua y niega antes de beber de su botella—. Si Joonmyun no te lo ha dicho entonces yo tampoco.

—Gracias —es una ironía y Yifan casi tiene que escupir la palabra para forzarla a salir de si.

De pronto ya no tiene ganas de nada así que sale de la cocina; por el rabillo del ojo puede ver a Yixing tecleando en su teléfono. No le importa. Y sin pensarlo comienza a beber más, porque claramente es la mejor solución a cualquier problema, beber.

Estúpido Yixing, estúpido Joonmyun, estúpidos todos.

Todavía no está ebrio, ni cerca, pero un leve tropiezo le hace romper la botella en su mano. Maldice por lo bajo y toma una de las toallas que hay en la cocina. Prefiere no hacer aspaviento así que sale en silencio de la fiesta; sabe que necesita un hospital.

Mientras camina tiene tiempo de examinar la herida, no es tan profunda para comprometer su beca deportiva pero sí va a necesitar un par de puntadas.

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Un par de puntadas, como averigua más tarde, son seis y una inyección de anestesia. Es una sensación extraña que nunca había tenido cuando la aguja entra por su piel una y otra vez hasta que queda una pequeña línea negra donde el hilo una la herida.

Aún debe hacer el papeleo y llamarle a su madre para explicarle por qué el dinero de la cuenta que tienen en el banco para sus gastos se verá reducida de golpe por un cargo en el hospital.

No se le ocurre, en ningún momento, que se va a encontrar con Joonmyun ahí, en la recepción, él con su mano vendada y Joon con dos tazas de café.

Es un silencio incómodo, tenso, ¿Qué rayos está pasando?