Capítulo 10: Se fue

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Los días van, los días vienen, Chanyeol y Kyungsoo pasan mucho tiempo en el departamento de Yifan, comen, ven películas, beben, duermen, a veces lo hacen todo en ese orden antes de salir de fiesta.

Joonmyun sigue pasando por ahí, día sí y día no.

Se ve cansado siempre, a veces Yixing y Baekhyun se pasean por el departamento, a veces son los 6 en el departamento, viendo películas, bebiendo, disfrutando un poco, incluso si normalmente cinco son quienes conviven mientras Joonmyun lee o se mantiene en silencio. Yifan le ha preguntado en diferentes ocasiones si es que se aburre o no quiere estar con ellos, pero el coreano le afirma que en realidad solo está cansado y pasar el tiempo con sus amigos y conocidos le hace bien, incluso si no tiene energía suficiente para participar del todo.

Caen en una rutina sin notarlo. Joonmyun pasa tiempo con ellos y luego, silenciosamente empaca una muda de ropa y se desliza fuera del departamento, sin explicaciones que no son necesarias porque todos saben a dónde va; podrá perderse muchas cosas pero no se pierde de los sábados de pizza.

Caen en una rutina que es casi cómoda y familiar...



Pasa un miércoles. Claro.

Pasa por la noche. Claro.



Yixing, que se ha quedado a dormir en la habitación de Joonmyun, despierta a Yifan por la madrugada. No dice mucho, un simple "Debemos ir al hospital". Se cambia y cuando va por las llaves del auto los dos psiquiatras se encuentran listos en la sala.

El camino es en silencio, Yixing va sentado junto a Yifan que conduce, Joonmyun en el asiento trasero se ve aún más pálido de lo que normalmente es. Nadie habla así que el basquetbolista no sabe exactamente qué ha pasado solo puede temer lo peor. Aún así parece más adecuado que si lo hiciesen.


Los pasillos blancos les reciben, el silencio ahí es más pesado, quizá porque están en un hospital, quizá porque es de madrugada y el pequeño rumor que es perceptible durante el día ahora se encuentra completamente ausente... Quizá porque saben porqué están ahí.



Finalmente fuera de la habitación de su madre Joonmyun decide hablar, les pide que esperen ahí, tiene sentido. Yifan y Yixing se sientan en el pasillo esperando lo inevitable.

—Háblame como terapeuta, Zhang, ¿Qué se supone que hacemos ahora?

Yixing se mantiene en silencio, impasible, pareciera que intenta ver a través de la pared que les separa. Yifan no recuerda haberle visto así, parece tan tenso que incluso la línea de su mandíbula lo está; un poco más y seguro podrá escuchar cómo le rechinan los dientes. Es ahí cuando se da cuenta, él se encuentra en las mismas condiciones: dentro de sus bolsillos sus manos se encuentran hechas puño y los músculos de las piernas de hecho le duelen por presionarse a si mismo para no ponerse en pie y entrar a la habitación.

—Esperamos... tomamos café y nos preparamos para ser la red de seguridad que Joon va a necesitar.

A veces es el basquetbolista el que va por el café, a veces es el psiquiatra. Charlan un poco, se sorprende de averiguar que ambos adoran el soju de durazno y detestan el de uva, tienen cosas en común y otras que no. A Yixing le gusta hacer ejercicio en el gimnasio, a Yifan le gusta el baloncesto. Hay cosas de China que ambos aman, que echan de menos y algunas que detestan incluso si son de ciudades totalmente diferente. Quizá habría averiguado eso mucho antes si no fuera porque estaba ocupado juzgándolo por no querer traicionar la confianza de Joonmyun revelando su secreto... Se siente terrible por eso ahora.



No necesitan que alguien les de la noticia cuando al fin sucede. Una masa de doctores y enfermeras entran aprisa por la puerta. Se escuchan incluso afuera, casi gritando, instrucciones que Yifan no comprende, que seguramente Yixing sí.

Silencio.

Finalmente se hace el silencio.

Las batas blancas salen lentamente, flotan por el pasillo hasta desaparecer. Más personas entran y salen de la habitación, finalmente es el padre de Joonmyun quien sale, les saluda apenas con un asentimiento de cabeza y sigue su camino hacia las oficinas que están al fondo del pasillo.

Dos personas más entran a la habitación.

Joonmyun sale.

Se queda de pie frente a ambos, le da la espalda a la puerta. Sabe lo que sigue.

Yifan y Yixing tampoco pueden hacer otra cosa que mirar el azulejo blanco bajo sus pies cuando se la llevan... Yifan ni siquiera puede pensar en lo que está pasando.

Es ahí que debe darle crédito a Yixing. Es el primero de los dos que puede ponerse en pie para acercarse al coreano y atraparle en un sentido abrazo al que el chico no responde, seguramente sigue sin poder creerlo. Acaba de perder a su madre.



Los rayos de luz de sol ya iluminan la ciudad, cuando salen del hospital. La mañana ha pasado entre trámites de los que ninguno comprende nada y de los que se encarga el señor Kim, Joonmyun permanece un paso o dos detrás suyo en todo momento, con esa expresión que ha sido ensayada luego de horas y horas en sesiones de práctica con pacientes; es demasiado bueno con el arte del disimulo.

—Me quedaré un par de días con mi padre en casa. No me parece lo más prudente dejarlo solo en este momento —es la primer oración conformada por más de cinco sílabas que les dirige el coreano—. Ahora, volveremos a casa, tomaremos una ducha rápida y luego iremos a la funeraria.

Yifan no quiere pensarlo siquiera pero sabe que han estado planeando esa secuencia de acciones hace tiempo. Todo estaba listo, todos los planes de emergencia y cursos de acción posible.

El par de chinos le dejan en el auto de su padre, ninguno de los dos sabe muy bien si deberían seguirle o no.



Por inercia ambos suben al auto en el que llegaron, el camino que toman es el que lleva al departamento de Yixing. Se despiden sin saber qué decir, incómodos. Es Yifan el primero que habla, por primera vez es él quien parece tener la mejor de las ideas.

—Debemos hacer lo mismo, tomamos una ducha, nos vestimos y vamos directo con él. Yo le avisaré a los chicos, tú a sus compañeros de clase, ¿de acuerdo?

Yixing le observa sorprendido, como si no pudiese creer que él fuera el mismo que construía esa maqueta con palillos de paleta y se olvidaba de pegarlos hace un par de meses.

—De acuerdo —sonríe tanto como es posible, que no es mucho—. Te veré en un rato —se despide antes de entrar por la puerta principal.

Yifan no recuerda cómo llega a su propio departamento, solo que alimenta a toda prisa a Myun Myun y se ducha tan rápido como no lo hizo nunca mientras hace una llamada tras otra. No son muchas porque no tienen tantos amigos, pero sabe que todos estarán ahí para apoyarle. 


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Me he tardado como mil años en actualizar esto y es para publicar algo tan sad.

Lo siento...

Era necesario para poder continuar con How to...

Lo siento...

Juro que actualizaré más seguido y que lo que sigue no será tan sad...

... espero...

Lo siento... de nuevo, no me odien... 

):

Cómo domar a tu dragón [KrisHo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora