Anoche soñé con tu amor

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No quiero levantarme. Aun me encuentro con los ojos cerrados, tumbada en la cama. Anoche soñé con tu amor y no pude evitar soltar una lágrima perdida.

-Arriba niña –oí gritar a mi madre– debes ir a la escuela, se te hace tarde.

Aun con los ojos cerrados respire de manera pesada y conteste...

-Voy.


***


-Hola –Levanto mi mano en alto–

-Hola –Imita mi gesto– ¿hiciste lo de historia?

-No –Uno las puntas de mis dedos índices, como un gesto nervioso–

-Ani... –Me mira con desaprobación– ¿cuándo harás los deberes por ti misma?

-Lo siento –Miro mis pies y una mano protectora se posa sobre mi cabeza–

-Vamos, yo te ayudo.

Siempre estamos juntos, él es mi mejor amigo y es muy importante para mí. Hoy voy a decirle como me siento, tengo miedo, no sé cómo valla a tomárselo, pero mi mayor temor es que si no se lo digo, estos sentimientos me pongo la mano sobre el pecho vallan a consumirme.



Ya eran las 3:00 de la tarde. Caminamos juntos a casa como era costumbre, pero esta vez lo hice detenerse en un pequeño parque que se encontraba de paso. El paisaje parecía estar a mi favor, el sol brillaba, los pájaros cantaban, el césped es de un verde brillante y de fondo se escuchan las risas de los niños...

-¿Que ocurre Ani, porque nos detenemos? –Me mira preocupado, no lo hagas más difícil, quita esa mirada.

-Eso solo que... –No sabía cómo decirlo, tantas horas ensayando el día de ayer, para ahora no poder decir ni "A"– Tu... me gustas... –Dije aquello y me tape el rostro con ambas manos, no quería que viera mi evidente sonrojo–

-¿Que? –Me quito las manos y lo veo que me está observando– Disculpa, justo paso un auto y no logre escuchar lo que dijiste.

Esto no podía estar ocurriéndome ¡No me había escuchado! y ahora qué hago, se lo digo de nuevo, o hago como que no era nada. Suspiro, ¡No, debo decírselo!

-Tú me gustas –Ahora me miraba serio­–

-Ani... yo... no sé qué decir –Abría la boca y acto seguido volvía a cerrarla– No puedo, yo estoy con alguien más –Mi mente se quedó en blanco–

-Se suponía que soy tu mejor amiga, cuando ibas a decírmelo –Le respondo sin dar crédito a lo que decía–

-Te lo iba a decir hoy, en algún momento del trayecto iba a contártelo.

Con paso rápido comencé a emprender camino a casa, podía oírlo llamándome, pero no quería verlo. Me sentía como una estúpida, si tan solo me lo hubiese dicho antes... no, si tan solo me hubiera callado cuando paso aquel auto... no, incluso aún más antes, si tan solo no me hubiera enamorado de él.


  ***  


Un ruido me hace abrir los ojos de golpe.

-¡Analia Jones! –Esa voz– espero estés visible, porque voy a entrar de cualquier modo...

Lo veo entrar a mi habitación, mientras yo me refriego los ojos y bostezo.

-Ani, esto es increíble... vamos vístete –Me dice pasándome el uniforme del perchero– se nos hace tarde.

Mientras el me reprimía por demorarme, yo sonreía... pues todo había sido una horrible pesadilla.

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