Zayn (no) está embarazado [ZIAM]

#6- SÍNTOMAS

Liam no alejó la mirada de Zayn durante las seis horas que llevaba tendido en la camilla; pálido, inmóvil y condenadamente distinto al ruidoso adolescente que siempre solía ser.

Cuando Louis le llamó, sofocado y gritándole que había hallado a su chico en los baños completamente inconsciente, sintió una patada en el estómago.

No podía dejar de recordar la voz del doctor mientras le colocaba el catéter en el brazo, diciendo que despertaría en unas pocas horas.

Ni siquiera le importó escapar de aquella reunión que le dejaría a cargo de toda la empresa; que vendría con un millón de oportunidades excelentes... Zayn siempre estuvo primero que incluso sí mismo.

Por ello, cuando el menor comenzó a despertar, pudo respirar mejor.

Y en cuanto esos ojos mieles le regalaron una mirada perdida, abandonó el sofá de la habitación, acercándose a él.
"¿Cómo te sientes, bebé?" susurró acariciando su fría mejilla.

"Lo siento" su voz rasposa y débil provocó que el corazón del castaño se apretara.

Liam negó, haciéndole saber que nada de eso importaba.

"¿Por qué siempre lo arruino?" susurró sintiéndose culpable.

"No arruinaste nada" le murmuró de vuelta "Lo único importante es que estás bien, lo demás no interesa..."

Zayn guardó silencio, recibiendo un suave beso de esos labios rosados.

Hasta que el sonido de la puerta abriéndose les hizo separarse, trayendo la figura embatada del doctor.

"¡Mira quién despertó!" exclamó el joven aprendiz, cerrando la puerta a sus espaldas "¿Listo para tus exámenes de sangre?"

Zayn frunció las cejas, apoyándose en sus codos para levantarse.

"Sólo me desmayé-"

"Oh, lo mismo dijo " alzó una rubia ceja en dirección al azabache, que parpadeó confundido y no pronunció palabra "Eso supuse" dicho aquello, Horan prosiguió con la extracción de sangre.

Zayn se mostró tranquilo, todo lo contrario a Liam, que debido a su miedo a las agujas, se mantuvo callado con el rostro oculto en la pequeña espalda de su bebé.

"Bien..." Zayn hizo una mueca cuando la aguja fue retirada. El ojiazul resguardó las pruebas y le retiró el catéter al azabache, que fue abrazado por su novio "Los resultados saldrán en una hora, pueden esperar aquí" informó recogiendo las probetas. Señaló a Malik "En cuanto a ti; una enfermera te traerá desayuno. Espero que con esto aprendas a no jugar con tu alimentación" él asintió sintiéndose culpable por todos los problemas provocados antes de ver la puerta nuevamente cerrada.

Liam suspiró y ambas miradas se conectaron "Si vas a darme un sermón, ya tuve demasiado con eso" habló interrumpiendo las prontas palabras del castaño.

Él asintió mordiéndose el labio y justo en ese momento accedió una amable enfermera de melena rubia y bonita sonrisa; una bandeja plástica verde repleta de comida yacente en sus manos.

"Hola enfermito" saludó intentando ser amigable. Liam le sonrió devolviendo el gesto y vio a la chica colocar la bandeja encima de la mesita "Supongo que quieren privacidad" pareció pícara ante el comentario que logró sonrojarlos a ambos "Buen provecho" y con eso se retiró, como si jamás hubiera estado allí.

Payne bufó sacando todo el aire de sí.
Miró al chico.
"¿Quieres que te ayude con eso?" inquirió refiriéndose a los alimentos.
Zayn mostró una sonrisita tierna, y acomodándose mejor contra las almohadas, asintió.

Era irónico cómo extrañó aquel detalle; que el castaño le diera de comer cuando estaba enfermo. Él odiaba enfermar, pero las lindas acciones de su pareja por hacerle sentir mejor siempre lograban encantarlo. Amaba ser mimado por su papi.

Cuando la bandeja estuvo vacía, Zayn agarró el pequeño contenedor plástico de gelatina y decidió comerlo por sí mismo. No sin olvidar tenderle una cucharada que obviamente Liam aceptó. Eran tan tiernos como unos gorriones bebé.

La gelatina terminó con un adolescente más que satisfecho, y un alegre ojicafé por ver a su chico recuperado.

Aún quedaban unos cabos sueltos mientras analizaban las pruebas de sangre, pero con sólo verlo estable, no podía encontrar la forma de estar insatisfecho.

De inmediato sus labios chocaron en un besito iniciado por el mayor.
Zayn le miró con ojazos brillantes cuando se separaron en pocos segundos, recibiendo una linda caricia en su cachete. Y retomando un nuevo beso más largo y húmedo.

"Uhm" gruñó el menor, tirando de la nuca ajena para evitar que éste se alejara. Liam no pudo evitar colar sus manos bajo la camiseta del ojimiel, acariciando la suave piel y llenándose del olor de su perfume.

Liam atrapó su boca con fiereza, haciéndolo gemir. Siendo rápido, se deshizo de sus jeans y ropa interior, presionando un camino de besos sobre la piel de sus muslos antes de darle atención a su miembro.

Zayn comenzó a temblar como una hoja. Sus manos se fueron al cabello castaño, que apretó con ganas mientras su novio se aseguraba de complacerlo.

Un gemido agudo escapó de su boca. Un fuerte remolino se alojó en lo más profundo de sus entrañas; descargas de placer viajaron a través de sus músculos.

El castaño casi sonrió al deleitarse con la imagen del chico; sudoroso, el cabello pegado a su frente, los labios entreabiertos de donde se escapaban sonidos guturales, las manos desesperadas tirando de las hebras castañas...

El orgasmo lo golpeó sin previo aviso, dejándolo exhausto contra las duras almohadas; llevándolo tan alto como las nubes y trayéndolo nuevamente a la realidad, donde Liam le llenó la barbilla de besos, recordándole que lo amaba mientras sus párpados empezaban a cerrarse por sí solos.

"Duerme un poco, ¿Sí? Yo cuidaré de ti..."

Y tal como lo prometió, Liam se quedó a su lado, con la inquietante preocupación de no saber cómo le confesaría al chico que, indudablemente, estaba embarazado.