#14: MOCOSOS

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Zayn había estado mentalizándose durante todo el embarazo, intentando aprender cómo hallar la calma en momentos difíciles y tragarse los nervios cuando creía estar a punto de enloquecer.

Pero una vez llegado el momento, tantas horas de reflexión se fueron directo al retrete...

Fue un día sábado, Liam nunca olvidaría. La cama se sentía como un nido cálido aquella mañana; ambos cuerpos semidesnudos se rodeaban con aprecio bajo las suaves mantas, la quietud de sus apacibles respiraciones cubría la habitación, el sol aún no era capaz de bañar completamente a la ciudad con esos anaranjados rayos brillantes...

Por razones que el castaño jamás descifró, sus párpados se abrieron repentinamente. Un ceño fruncido debido al letargo manchándole el rostro mientras observaba al hermoso querubín que tenía en frente.

Casi de manera involuntaria, una de sus manos terminó deslizándose bajo la camiseta que vestía (que realmente era suya), acariciando el pequeño estómago del morenito.
Su corazón pareció rugir de profunda emoción con tan sólo imaginar cómo su vida cambiaría en pocos meses; cuán infinitamente alegre estaría al cuidar de dos pequeños idénticos a Zayn, o a él, ¡O aún mejor! Unas tiernas mezclas de ambos.

Liam no cabía en sí mismo por tanto júbilo creciéndole en el pecho.
De repente acercó sus labios al cuello ajeno, esparciendo suaves besos sobre la piel perfumada y logrando recibir un gruñido adormecido en respuesta.

"Te amo tanto" sólo quiso recordarle, plantándole un beso en la mejilla izquierda para volver a rodear su curvada cintura.

"¡Ugh, qué horrible!" un quejido escapó de su boca, dejando a Liam un tanto confundido.

El castaño parpadeó con una mueca de interrogación en el rostro.
"¿Tan malo soy para que no me ames de vuelta?" un puchero infantil enfatizando sus palabras.

Zayn rodó en la cama, ocultando la cara en la almohada.
"No, Lee" murmuró revelando una notable incomodidad en su voz "Los bebés están jugando fútbol americano, y al parecer mi estómago es la pelota."

La preocupación de inmediato creció en el castaño, que se sentó en la cama para mirarlo mejor.
"De acuerdo, tranquilo, llamaré a emergencias" quiso apurarse a buscar su celular, mas el ojimiel lo detuvo.

"¡No!" gritó deteniendo sus pasos y recibiendo una mirada inquisitiva de vuelta. El menor soltó un suspiro profundo haciendo maniobras para sentarse en el colchón y echarle un ojo al castaño "Ya... Ya pasó, era sólo un falsa alarma."

Liam soltó una gran bocanada de aire, dejándose caer a su lado pesadamente.
"Esos niños van a volverme loco con sus falsas alarmas."

Zayn asintió en acuerdo, apoyando su cabeza despeinada sobre el hombro desnudo del mayor.
"Ellos ya me volvieron loco hace mucho" Liam le acarició el pelo suavemente, depositándole un beso en la frente. Los ojos mieles se fijaron en las gemas cafés antes de hablar "También te amo" susurró enterneciendo al grandulón.

El mayor estuvo a punto de responder, pero un jadeo sorpresivo del pelinegro lo tuvo observándolo en busca del daño que pudo haberlo provocado.

"Mierda" un murmullo llegó hasta los oídos de Payne, que se alarmó de inmediato al escuchar la frase que prosiguió: "Rompí f-uente, Liam."

El moreno quedó helado, incapaz de mover un sólo músculo, completamente estupefacto por el flujo que sentía entre sus piernas... La temida sensación que sólo anunciaba la gran noticia.

-"Liam, los bebés ya vienen" susurró sin poder reaccionar a ello, luchando con todas sus fuerzas para no perder el control y dejarse cegar por el incomparable miedo.

Zayn (no) está embarazado [ZIAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora