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Sentados en la mesa solos, si decir nada. Supongo que ambos estábamos, por así decirlo, ¿avergonzados por lo de ayer? No se si Josh lo estaba, pero yo sí. Después de varios minutos decidir hablar al parecer el tintado también.

-Mira, si es por lo de ayer -dijimos ambos a la misma ves-.

-Continua tú–dije con la intención de no tener que dar explicaciones-.

-Bueno –hizo una pequeña pausa, parecía pensar en lo que iba a decir-. Así es la cosa, ayer pasaron un secuencia de sucesos que nuca tuvieron que haber pasado, jamás. Trataremos de olvidar que esto, yo me casare con tu hermano y tú, bueno, tu seguirás con tu vida.

Sus palabras me habían herido. Sé que Josh no es exactamente algo mío, pero por las cosas que han pasado entre nosotros, comencé a sentir cosas por él, cosas que no estoy seguro de que sean correctas. Decidí no discutir el tema, ya que probablemente, era la mejor solución a este problema.

-¿De qué me estás hablando? –fingí no saber de qué se trataba nuestra conversación-.

-¿Qué? –preguntó fuera de sí-. Ayer, en tu habitación, que casi nos...

Lo interrumpí con mi risa, me miro confundido y después sonrió como si hubiera resuelto un caso perdido; para luego juntar mis risas con las suyas.

-No puedo creer que hayas caído en esa- dije entre risas-.

-Bueno, es que ya estoy viejo –dijo buscando una excusa-.

-¿Viejo? ¡Vamos Josh! Si apenas tienes 3 años más que yo –dije riendo nuevamente-. Admite que acabas de caer en el chiste más viejo del libro.

-Está bien, está bien, lo admito –hizo una breve pausa-. Alguien debería prestarme ese libro.

Reí por sus tontos comentarios, dejando que uniera mis risas con las suyas, nuevamente. Luego de un instante, Zac llego a interrumpir nuestros chistes de médicos, nuestras charlas entretenidas y nuestras gloriosas risas juntos, según el, porque tenía que hablar con su prometido.

Mientras ellos se iban a hablar a no muy lejos de mí, decidí irme a poner un poco de ropa, es decir, muy lindo el bañador, pero después de un tiempo da frio. Fui a mi habitación, donde me desvestí rápidamente y me tome un ducha corta para calentar el cuerpo. Me coloque mi ropa interior, para luego vestirme cómodamente.

Baje a la sala de estar donde quedaban algunos de mis familiares que aún no se iban. Me senté al lado de Zac, en el único sillón desocupado. Apenas mi hermano me vio sentarme me miro de una manera que ya era usual, luego vió algo que había detrás de mi; me di vuelta para ver que era, era Josh.

-Tyler, podrías devolverle el lugar a Josh, ¿por favor?

Si no fuese porque se trataba del tintado, y por qué había dicho la palabra por favor no lo habría hecho. Me levante lentamente dándole la espalda a Josh cuando de repente, siento una mano en mi hombro; me di vuelta y como era de esperarse, el dueño de la mano era el peli-amarillo. Antes de que el pronunciara alguna palabra la compartimos una mirada que valía más de mil de estas.

-Mejor quédate sentado – dijo mientras bajaba su mano de mi hombro hasta mi codo-.

Su tacto fue tan excitante que mi piel se erizo. Le dirigí una pequeña mirada a Zac; el cual me devolvió con desaprobación. Mire nuevamente a esos ojos color miel que estaban frente a mí esperando movimiento alguno de mi parte.

-No, mejor siéntate tú, yo voy a estudiar un poco –sonríe amablemente y di un pocos pasos hasta quedar a su lado, provocando que su mano dejara mi cuerpo-.

-¡Vamos! Ty por favor –su mirada llena se suplica conmovió mi interior-.

-No se -dije en forma dudosa-.

-No te querrás perder este hermoso tiempo con tus familiares, ¿verdad?

¡Demonios! Este chico sabia como manejar la situación. Sabe conseguir lo que quiere; pero yo no soy tan fácil.

-¡A ver! –dijo Zac levantando la voz, provocando que todos nos sobresaltáramos- Se quieren sentar ambos, y quieren dejar de discutir –hizo una pauso mientras tomaba un poco de aire para relajarse-. Joshua, amor, tú siéntate aquí –dijo poniendo una mano sobre el discutido sillón- y tú Tyler ve a buscar un silla del comedor.

Era la primera vez que Zac reaccionaba de esa forma, y también la primera vez que Josh parecía coquetear conmigo frente a la familia. ¿Acaso Zac se puso celoso? ¿De mí? Sinceramente me encuentro sorprendido de esto, muy sorprendido.

Obedeciendo las ordenes de Zac camine hasta el comedor riendo por lo bajo a causa del reaccionar de mi hermano. Agarre la silla rápidamente y la lleve a la sala de estar donde estaban todos, me senté y comencé a mirar los pequeños detalles de la habitación. Por un lado habían fotos mías, cuando gane el premio de deletreo, mi primer premio de poesía, mi premio de química de segundo grado, una foto del día que me presente en el teatro más prestigiado de la ciudad tocando el piano, y otros lindos recuerdos. Al otro lado de la sala estaban todos los trofeos de Zac, su trofeo de matemáticas de primer año, su licenciado en informática, su trofeo de Hockey y algunos otros más logros que el logro; El lugar parecía estar dividido en dos, representando un competencia de toda una vida. Mientras pensaba en la forma en la que estaba decorada la sala, escuche pronunciar mi nombre en medio de la charla que ocurría frente a mí.

-¿Qué yo que? ¿Qué hice ahora? –dije preocupado-.

Todos rieron a mi comentario, obviamente había algo que no cerraba completamente.

Perfection ; JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora