Lamento el día en que mi hermano decidió tener su habitación al lado de mía. Pude escuchar como el y Josh follaban junto a mí, prácticamente. No pude pegar los ojos en toda la noche, podía escuchar como mi hermano gemía sin cesar, y como Josh gruñía de la excitación. ¿Cómo este chico podía ser tan caradura? Es decir, calentarme no mucho antes de follarse a mi hermano.
Cuando las agujas del reloj marcaron las 4 de la mañana en punto ellos había llegado al clímax de la noche, pero eso no quiso decir que yo pudiese dormir; no solo por el hecho de que me había quedado definitivamente traumada y ofendida por los ronquidos que Zac daba. Si había algo que definitivamente no extrañaba de el eran esos malditos, fuertes y increíblemente molestos ronquidos. ¿Cómo hará Josh para dormir a su lado?
A la mañana siguiente fui el primero en despertarme, a las 10am me di un largo y relajante baño para luego vestirme muy casual. Al salir de mi habitación aún era el único despierto, por lo que decidí hacer un gran desayuno, no porque deseaba impresionarlos sino que no se me ocurría mejor cosa para hacer que me entretuviera.
Primero comencé con lo más complicado: los hot cakes. Hice la mezcla exacta de harina, azúcar y leche para que sea lo suficientemente espesó para su rápida cocción. Les serví 4 a cada uno, luego seguí con el café preferido de mi padre y para acompañarlo un vaso de jugo natural de naranja recién exprimido a cada uno y solo por su acaso puse sobre la mesa una jarra de leche, ya que no sabía los gustos exactos de Josh.
En el mismo instante en que termine de secarme las manos luego de haberlas lavado bajo toda mi familia con cara de sorpresa. ¿Acaso era tan raro que hiciera algo por ellos? Es decir, ni que fuese Zac. Todos se sentaron a la mesa, incluyéndome. Miraron extrañados la comida especialmente preparada y luego como el hombre de la casa, mi padre me preguntó:
-¿A qué se debe esta comida? –dijo sospechosamente mi padre-.
-Nada en especial... -dije sin importancia-.
-¿Qué es lo que quieres? ¿Dinero? –preguntó mi madre de la misma manera en la que lo hizo mi padre-.
-Es que acaso ¿no puedo hacer algo lindo sin alguna razón en especial, o por querer algo?
-¡Vamos! Dinos que es –insistió Zac-.
-¿Qué tramas Tyler? –Pregunto entre pequeñas risitas Josh-.
-Bueno, la verdad es que anoche no pude dormir ni un segundo, y como después de estar horas y horas tirado en la cama sin pegar los ojos por ciertos ruidos "extraños" –dije mirando a Zac -La cama se me hizo incomoda por lo cual me levante. Y al levantarme no había nadie despierto, al parecer estaban todos en su séptimo sueño, a lo que decidí darme una ducha, vestirme y luego bajar. No había nada más entretenido que hacer, así que dije ¿Por que no hacer el desayuno para todos? –expliqué-. Y de paso celebramos el compromiso de Zac y Josh, aunque ellos hayan celebrado ayer... -añadí-.
-Esos no son comentarios apropiados para la mesa... -dijo Zac haciéndose el inocente-.
-¡Já! –reí en mi mente-. ¿Qué es lo que Zac tenia de apropiado? Lo dijo como si tuviera algo de virgen y casto en el ¡Por favor!.. Que hombre tan hipócrita.
-En fin, esa es la razón por la cual lo hice.
Todos me miraron sorprendidos, pero el que menos sabía disimular y más sonrojado estaba era Josh. Seguro había creído que para cuando él se follaba a mi propia sangre yo estaba por mi quinto sueño, iluso. Durante todo el desayuno nadie había hablado, parece ser que mi sinceridad sorprendió a no uno, sino a varios.
Casi acabando de comer, Josh rompió el hielo dando un noticia algo sorprendente.
-Señores, tengo una noticia para darles –dijo y todos le prestamos atención-. Quizás si el clima está bien, y si todo sale como lo planeado la semana que viene nos vamos a visitar a mi familia a California. Quiero que mi futuro esposo conozca a mi familia, así como yo tuve el placer de conocerlos a todos ustedes.
