Estaba casi en sus cuarenta y ahora se encontraba solo y de alguna manera, perdido, había pasado más de diez años al lado de una misma persona y ahora que esta no se encontraba con él no estaba seguro sobre cómo sentirse exactamente; nunca había sido un devoto creyente del matrimonio, ni tampoco pensó en que contraería nupcias en sus veintes, pero el menor le había hecho cambiar de parecer porque ambos se entendían y tenían muchas cosas en común, por lo que pronto no tuvo dudas sobre dar un paso como aquel, pero ahora todo carecía de sentido; Changmin ya no estaba ahí ni tampoco la seguridad de lo que alguna vez fue su matrimonio.
¿Se habría precipitado con su decisión?
Pensaba que era normal pensar en eso cuando había dicho aquellas palabras el día anterior y a pesar de esa pequeña inseguridad que le atosigaba cual remordimiento, otra parte de él le decía que era lo mejor porque ya no podía seguir soportando el pesar que sentía al saber que no había sido el único para Changmin, que su corazón nunca le había pertenecido como hacía el suyo y aunque el arrepentimiento llegaba de distintas maneras, se decía que la separación era lo mejor.
No era tan joven como antes ni tampoco tenía aquel ánimo de su juventud, por lo que era mucho más complicado sobreponerse sin meditar y es que la maldición de la adultez era pensar demasiado las cosas a diferencia de la juventud donde solías ser más intrépido y amar desbordantemente porque el amor era fantástico e incluso inocente en muchos casos, pero todo cambiaba en algún punto y notabas que aquel engaño que pudiste superar con fiestas, amigos o un nuevo amor ya no funcionaba, que había hijos de por medio, que había problemas que no podías ignorar simplemente si no respondías una llamada y entonces, la inseguridad te atacaba, esa que no te dejaba sanar por completo y provocaba que cometieras estupideces que solo hacían más profunda la herida.
Cuando llegó al trabajo esa mañana no pudo mirar a su superior a la cara al igual que el día anterior, estaba seguro de que el tema de su matrimonio no era algo de lo cual discutir con su jefe directo y aun así lo había hecho, ¿pensaría que era patético al tener que encontrar consuelo en alguien como él? Y trató de ignorar las dudas que aparecían en sus pensamientos, diciéndose a sí mismo que podría culpar a la bebida, que estaba confundido y estúpido o no, se aferró a una excusa patética como aquella con tal de no tomar la responsabilidad de sus propios actos en un momento de debilidad.
¿Por qué debía ser tan complicado desligarse de sus sentimientos?, ya no era un niño, pero seguía sin poder fingir del todo que no se encontraba herido.
-Cho- escuchó su nombre y suspiró pesadamente antes de girarse.
***
Miró la pantalla de su celular y se mordió el labio inferior, ¿debía llamarle o no?, había estado tan ocupado con el asunto de su trabajo y sus salidas con el profesor Choi que había olvidado hacerle al menos una llamada en esos días y aunque la última vez parecía mejor, temía no haber notado algo por su eminente felicidad y se sintió un poco mal porque Kyuhyun estaba teniendo un mal tiempo mientras que él parloteaba de su vida romántica; se sintió un terrible amigo.
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Second Love {YeHyun}
FanfictionSiempre pensó que su vida era buena, tenía trabajo, un hogar y un matrimonio feliz o eso fue hasta que lo conoció a él, entonces todo en lo que creía comenzó a desmoronarse. •Advertencias: Alusión a situaciones de ámbito sexual. Publicado del: 17/0...