Siempre pensó que su vida era buena, tenía trabajo, un hogar y un matrimonio feliz o eso fue hasta que lo conoció a él, entonces todo en lo que creía comenzó a desmoronarse.
•Advertencias:
Alusión a situaciones de ámbito sexual.
Publicado del: 17/0...
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"...Y diré abiertamente: siempre seré tuyo" –N.Z.
-Ya debes de saberlo, no soy joven, en realidad estoy en mis cuarentas por lo que no puedo estar perdiendo el tiempo en algo que no va a funcionar desde el inicio, así que quiero que me digas honestamente si tengo una oportunidad- dijo con seriedad y volteó a mirarlo -¿tengo una oportunidad contigo, Kyuhyun?-
El menor se encogió un poco en el asiento y cuando comenzaba a considerar la idea de repetir de nuevo aquellas palabras lo escuchó murmurar un lo siento que no estuvo seguro si le tomó por sorpresa o no porque ya había considerado esa posibilidad.
-Me gustaría que las cosas fueran como siempre- explicó con la mirada sobre su regazo –lo siento mánager Kim- volteó a verlo por un momento para hacer una pequeña venía en señal de despedida y salió del auto.
Fue hasta que Kyuhyun desapareció por el estacionamiento que pudo sentir una extraña sensación en su interior, esa que le decía que no le había agradado su respuesta y que a pesar de todo no haría nada para pedir otra oportunidad después de saber lo que pensaba.
De alguna forma había pensado en esa posibilidad, después de todo lo había notado mientras hablaban y eso era que Kyuhyun todavía albergaba sentimientos por su pareja, por eso le dolía y era tan complicado para él lidiar con lo que sucedía entre ambos. Suspiró.
En el caso de Kyuhyun las cosas eran muy confusas y aunque después de los últimos sucesos ocurridos entre él y su jefe fueran más que pequeñas insinuaciones, fue hasta escucharlo que comprendió la gravedad de ello. Nunca había sido especialmente bueno en esos asuntos y en la actualidad todo estaba tan desequilibrado que no supo cómo pudo tener la entereza para negarse aunque probablemente sus últimos avances podrían tener algo que ver, ya que después de todo se estaba sobreponiendo a lo de su matrimonio.
Siempre había tenido esa sensación de incertidumbre cuando salía del trabajo y doblaba en aquella última esquina para llega a su hogar y no era porque temiera que alguien le asaltara o algo similar, sino porque temía ver a Changmin ahí, pero a diferencia de esos días anteriores en que la sensación fue simplemente una falsa alarma, ese día la sensación se acentuó haciendo que su estómago se encogiera al verlo esperando su regreso recargado contra el capó de su auto.
-No debiste venir- dijo mientras dejaba sus pertenencias sobre el sofá de la sala después de haber ingresado al interior.
-Si no venía, ¿entonces cuándo me escucharías?, no has respondido mis llamadas y mensajes en días- se quejó siguiéndole unos pasos atrás.
