Mi striper. ✔️Historia Concluida

❤capítulo 5❤

- Buen día chiquillo.-  me saludó Vegeta, arqueando una ceja. - ¿Algo mal?

Gruñi intentando leer el informe que la secretaría colocó en mi mesa, que ya había leído la primera frase unas 100 veces. Pero desde ayer, mi concentración era cero. Mi único pensamiento: quiero matar a ese estúpido sea quien sea.

Si, tenía un problema de rabia.

- Entonces, sin sexo todavía no. - se burló de nuevo. - En fin, Bulma me pidió invitarte a cenar hoy.

- No puedo.

- Hmmm, un encuentro caliente. - habló maliciosamente. - Goku, ¿sabes que soy tu amigo no? - bajé el informe.

- Sí -respondí desconfiado y suspire

- Entonces dime, tu amiguito no levanta más?

- ¿Qué?

- ¿Sabes, problemas para armar la carpa?

- Vegeta - gruñi mirando alrededor, pero afortunadamente la puerta estaba cerrada.

- Sabes que hay remedio para eso es un comprimido azul ...

- Vegeta todavía levanta. - se rió.

- Si no es Goku Junior que tiene problemas, ¿Qué te está irritado?

- Nada que te interesa.

- Hablando serio Goku, has andado bien estresado, en esas últimas semanas. ¿Qué está pasando?

- No es nada Vegeta, yo sólo ... va a parecer estúpido. Entonces es mejor no hablar.

- Ok, pero si necesitas conversar, prometo que no haré chistes. - arqueé una ceja y se rió. - El día, después no me responsabilizo por mi boca.

- Eso es lo que tengo miedo. Ahora vamos a trabajar, por favor.

Se rió, pero obedeció. Y pasamos las próximas horas concentrados en el trabajo.

Pero así que me dejó solo, mi mente se volvió a ella y a ese estúpido. ¿Pero quién diablos era él? ¿Y por qué se acostó conmigo si tenía un novio, o un marido?

Podría ser un hermano, sí un hermano.

No debería estar pensando en eso.

Y aunque sea su marido, a mi no me debería de importar , ya que ella pretendía no dormir conmigo, me había dejado bien claro que no era una cualquiera y no iba a la cama con nadie.. - puse las manos por mi cabello, respirando profundamente algunas veces.

Miré el reloj y ya eran las seis, ya debería estar en casa. Tomé mis cosas y salí apresuradamente, mi secretaria me hablaba para darme documentos, pero no le di importancia, necesitaba llegar a casa.

Tomé el ascensor llendo al aparcamiento, cogí mi auto y me dirigí a casa. Desgraciadamente el tránsito estaba un infierno, llegué ya siendo las siete. Esperaba encontrarla, en la puerta, pero ninguna señal de ella. Debe ser el tránsito, murmuré hacia mí mismo, y entré en casa jugando mis llaves sobre la mesa y cogí una dosis de whisky. Tomé un vaso y me tiré en el sofá, esperando.

[...]

Ya pasaba de la medianoche, y nada de ella, di un trago en mi sexta dosis de whisky, y me tiré en el sofá, no llego.

¿Ha vuelto a la discoteca?

No lo haría y Félix no la aceptaría de vuelta. ¿Pero a donde estaba? Pensé en ir a su casa, pero no estaba en condiciones de conducir. Irritado me levanté y me fui a mi cuarto, me arrojé en la cama durmiendo enseguida.