E I N U N D Z W A N Z I G

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Al día siguiente, su padrastro había ido a trabajar.

Era sábado y Camila agradecía que su padrastro trabajara los fines de semana.

La castaña se encontraba en su habitación leyendo un libro.

El único libro que tenía, el cual releía una y otra vez ya que no se cansaba de leerlo.

Lauren estaba en la puerta de la más pequeña, esperando por algo que no pasaría si es que no tocaba el timbre.

Lo tocó y de inmediato escuchó como iban a abrir la puerta.

Lauren al ver a Camila notó que tenía hematomas en los brazos, piernas y en su cuello.

—¿Qué pasó Camila?— Preguntó la hispana al verla de esa forma y Camila frunció el ceño.

—¿Por qué debería importarte lo que pasa conmigo?

—¿Por qué no? Camila, dime lo que pasó de una maldita vez.

Camila quedó en silencio por unos minutos, debatiéndose a sí misma al no saber qué decir.

—Pasa.— La ojiverde se sorprendió al escuchar lo que dijo Camila y entró a su casa, Camila rápidamente la tomó de la mano y la llevó a su habitación, ya que prefería contarle todo ahí.

BE QUIET.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora