E P I L O G.

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Desperté de aquel sueño, asustada, había vuelto a tener esas pesadillas otra vez.

Dirigí la mirada hacia mi esposa, sonriendo al verla profundamente dormida, parecía un bebé.

Miré hacia su hombro desnudo el cual tenía la marca de la bala que había recibido hace trece años en el estacionamiento del mini market.

En ese momento quise morir, porque pensé que la perdería. Y agradecí a Dios el no haberlo hecho.

Pasé la mano derecha por su marca y la sentí moverse, dándose la vuelta para quedar al frente mío.

—¿Camz?— Murmuró roncamente con los ojos entre abiertos, cosa que me dio ternura.

—Buenos días, bebé.— Saludé y ella sonrió con cansancio.

—¿Otra vez con las pesadillas?— Cuestionó ella antes de pasarse la mano por su cara.

—Sí y en verdad el miedo está volviendo otra vez.— Admití y ella sonrió.

—No lo tengas, hemos superado más cosas, tranquila.— Dijo mientras me atraía hacia ella en un abrazo.

De repente escuchamos el llanto de Emma, ambas soltamos un suspiro cosa que me hizo querer reír.

Ambas supusimos que Emma despertaría con su llanto a Victoria, cosa que se cumplió cuando la escuchamos llamarnos.

—Es tu turno Lern.— Le recordé mientras le daba un beso en la mejilla.—Anda a ver a tu hija.

—Lo dices como si fuera un martirio.

—Para ti todo es un martirio si debes levantarte de la cama.— Dije con simpleza y ella rió. Lauren se levantó y luego se estiró, para luego desaparecer por la puerta y dirigirse al cuarto de Emma.

Me quedé pensando en todo lo que había pasado años atrás, pensando en todo lo que Lauren y yo tuvimos que pasar para llegar hasta aquí.

—Camz, Emma tiene hambre.— Dijo mientras se acercaba a mí, con la pequeña en sus brazos.

Me reincorporé en la cama, apoyando mi espalda en la cabecera, sentándome de esa forma.

—Emma siempre tiene hambre.— Respondí con una sonrisa antes de tomar a mi hija en mis brazos.

—De hecho, yo tengo hambre también.— Dijo Lauren mientras me miraba con una sonrisa pícara.

—No, tú cállate.— Ella hizo un puchero lo cual sólo me hizo reír.

—¿Oíste Emma? Tu mamá quiere que me calle, dile algo.— La pequeña sólo rió cosa que me dio ternura.—Dice que no me calles.

—Cállate.

—Cállame a besos.— Lauren me guiñó un ojo.

—Mejor cállala a golpes porque mamá me despertó de nuevo al entrar a la habitación.— Dijo Victoria al entrar a nuestra habitación con el ceño fruncido. Yo reí por lo que dijo y Lauren rodó los ojos.

* * *

Lauren's POV.

—Lauren, hay una oportunidad para poder formar una asociación en Boston, ¿Deberíamos aceptarla?— Dijo Ally cuando entré a la oficina, la pequeña chica y yo nos volvimos muy buenas amigas después de que Maia tuvo que mudarse a Francia, yo en esos momentos estaba completamente triste pero Ally apareció para quedarse.

BE QUIET.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora