Capítulo 4

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Otra semana más...

Otra semana sin saber nada de la ojiverde que ahora Camila sabía se llamaba Lauren.

La pelinegra no volvió a aparecer luego de su extraño primer encuentro. No volvió a la banca al día siguiente y Camila estuvo ansiosa todo el fin de semana a la espera del Lunes para quizás poder verla ese día.

Pero no fue así.

Lauren no apareció en toda la semana y Camila no podía sentirse más decepcionada. Temía no volver a verla nunca más y quedarse con todas las dudas. Temía que algo le haya pasado a la muchacha y quizás no había podido volver.

Toda la puta semana Camila fue consumida por sus dudas. La incertidumbre la estaba ahogando, la incertidumbre por no saber si sería capaz de ver esos misteriosos ojos de nuevo...

Por otra parte su vida iba normal. Seguía con su rutina diaria normal.

Camila creía que quizás estaba más cerca de enamorase de Mica de lo que ella pensaba. Nunca se había sentido tan atraída a él y el muchacho a su vez nunca había sido tan atento y cariñoso con ella.

Quizás estaba realmente enamorándose de él.

Quizás si se lo repetía la cantidad de veces suficientes, se haría realidad.

•🌹•

Una nueva semana, un nuevo lunes.

Camila estaba ansiosa denuevo porque tenía esperanzas de que la ojiverde se dignara a aparecer esa semana. Todo el día estuvo con la mente en otro lugar esperando ansiosa a que dieran las 4 de la tarde para poder irse de la empresa.

Sus profesores y luego su papá la regañaron varias veces por estar distraída mirando la hora en su celular a cada rato como maniática.

Pero cuando por fin dieron las 4, Camila estalló en energía. Se despidió de su padre alegando que ya había terminado todas sus tareas del día y que ya no tenía más que hacer.

Bajó hasta la recepción y rápidamente salió por la puerta despidiéndose de la recepcionista y el portero.

Y para su desilusión, la ojiverde no estaba.

Sintió como físicamente su ánimo decayó y como todas sus energías se esfumaron.

No sabía que hacer así que optó por su vieja rutina. No estaba de ánimos para ir donde Dinah o a su casa ya que ahí estaría obligada a hablar de su palpable decaimiento. Y eso era lo que menos quería.

¿Cómo les explicaría que estaba triste porque su acosadora había dejado de acosarla?

No tenía sentido.

Así que decidió ir con la única persona con la que podía hablar sobre Lauren. Decidió ir a la cafetería y hablar con Ally. La única que sabía sobre la ojiverde.

Caminó los pocos metros que separaban la empresa de la cafetería y entró en esta sintiéndose de inmediato relajada al sentir el tan familiar olor a café y masas horneadas del lugar. No pudo evitar cerrar los ojos por un momento para apreciar mejor el aroma.

Cuando salió de su mundo, se dirigió al lugar de siempre junto a la ventana, nunca pudiéndose sacar esa pequeña esperanza de que quizás la ojiverde aparecería de la nada en la banca. Se sentó donde siempre y esperó a que la atendieran mirando por la ventana perdida en sus pensamientos.

"Hola Camila. Te extrañé ¿cómo has estado?" Escuchó la voz familiar llamar su atención y al voltearse se encontró con una sonriente Ally con su traje de mesera y una coleta alta sujetando su cabello.

Perfect disaster - Camren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora