Capítulo 15

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"En verano los crepúsculos son largos y pacíficos. Muy a menudo miss Maudie y yo estábamos sentadas y en silencio en su porche, mirando como a medida que se ponía el sol el cielo pasaba del amarillo al rosa..." Camila leía con voz calmada. Pero se detuvo al percatarse de que la pelinegra que estaba a su lado se había quedado dormida.

Ambas chicas estaban en el parque sentadas sobre una manta y apoyadas en un árbol. Era el primer día en semanas que el cielo estaba despejado y había un bonito sol, es por eso que la latina le ofreció a la ojiverde ir a pasear por el parque en vez de quedarse en su oficina como lo hacían comúnmente. Después de una caminata de media hora por el lugar mientras conversaban de todo y nada, se decidieron por instalarse bajo un árbol de cerezos y así poder leer un rato el nuevo libro que Camila quería que la ojiverde leyera. Rápidamente ambas chicas cayeron en una posición cómoda con Lauren apoyada en el hombro de Camila, mientras esta tenía uno de sus brazos en torno a los hombros de la pelinegra y en el otro sostenía el libro. Camila leía en voz alta para que la otra chica la pudiera seguir, procurando no ir muy rápido y pronunciando las palabras correctamente. Lauren no era capaz de leer tan fluido así que hace ya varios días que habían caído en esa modalidad. La latina leía mientras la ojiverde la seguía.

Camila iba por la página 30 del libro que acaban de comenzar cuando se percató de que Lauren se había quedado dormida sobre ella. Matar a un ruiseñor era su libro favorito pero al parecer a la otra chica le había aburrido, o quizás solo estaba cansada. Esperaba que fuera eso porque realmente quería que a la pelinegra le gustara ese libro tanto como a ella.

La ojiverde se veía muy pacífica así, con el rostro relajado y la boca un poco entreabierta. Camila comenzó a acariciar su cabello mientras la veía dormir. La latina sabía lo mucho que le gustaba que le acariciaran el cabello.

Ya habían transcurrido dos semanas desde que Camila comenzó a enseñarle a escribir y a decir verdad habían hecho un progreso bastante grande. Lauren ya era capaz de crear oraciones propias. Aún no podía escribir muy fluido y su ortografía y redacción no eran las mejores pero todo eso se podía arreglar con práctica. Ya había aprendido a escribir tanto en letra cursiva como en imprenta. Ninguna haciéndosele más fácil que la otra. Pero definitivamente su letra cursiva era la que mejor le salía. Esta era hermosa, con trazos delicados, sofisticados y cuidadosos. Se demoraba más al escribir así pero valía la pena porque al final su letra quedaba perfecta y pulcra.

A Camila le gustaba mucho ver cómo día a día Lauren avanzaba más y más, como cada día era capaz de hacer algo nuevo y cómo mejoraba de a poco. El conocimiento ya estaba, ahora solo faltaba practicar y pulir.

La latina optó por dejar dormir a la otra chica. Se quedó acariciando sus mechones oscuros mientras siguió leyendo. El día estaba demasiado bonito como para volver a la oficina así que simplemente dejó las cosas como estaban. Lauren de vez en cuando se removía y escondía su rostro en su pecho perezosamente pero sin despertar. Era bastante adorable.

Se sumergió tanto en la historia de su libro favorito que cuando su celular sonó se alarmó más de lo que esperaba. Rápidamente dejó el libro a un lado preocupándose de dejar un marcapágina puesto para no perder la hoja en la que quedó. Sacó su celular de su bolsillo y contestó lo más rápido que pudo.

"¿Aló?"

"Chancho. ¿Donde estás?" Escuchó la voz de su mejor amiga responderle al otro lado de la línea.

"En el parque. ¿Por?" Contestó hablando despacio y sin moverse demasiado para no despertar a Lauren.

"Porque te vinimos a buscar pero no estabas" le explicó su mejor amiga.

"¿Vinimos?" Preguntó curiosa no sabiendo por qué Dinah la había venido a buscar hoy. No recuerda el haber hecho planes con ella durante la semana para el día de hoy y ni mucho menos con alguien más.

Perfect disaster - Camren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora