Capítulo 19

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Camila sonrió embobada mientras veía a Lauren pintar.

La ojiverde estaba sentada en un banco frente a un caballete donde descansaba un lienzo. Camila se había encargado de comprar todas esas cosas luego de que su padre le pidiera a la pelinegra pintarle algo. Así que a penas tuvo la oportunidad, fue con Lauren a la tienda de suplementos de arte más cercana y compró todo lo que la chica pudiera necesitar. Desde pinturas de todos los colores hasta pinceles y lienzos de distintos tamaños.

Lauren se veía adorable así de concentrada, con sus cejas fruncidas y su lengua entre sus labios. Camila recordó el primer beso que compartieron, ya que fue en situaciones similares, con la ojiverde cubierta de pintura y concentrada mientras trabajaba. La diferencia es que ahora estaba mucho más sucia. Tenía todas las manos manchadas con distintos colores ya que usaba sus dedos de vez en cuando para arreglar algunas partes de la pintura o su remera para limpiar algún exceso.

Amaba ver a la otra chica así, completamente cómoda haciendo lo que le gustaba y dejándose llevar por su imaginación. El cuadro que estaba haciendo era la representación de un anochecer, con el cielo cubierto de estrellas y distintos tonos de púrpura, rosado y azul adornando el cielo. Abajo del firmamento se podía ver la silueta de un bosque y de una pareja en medio de este. Era sin duda hermoso, distinto a todo lo que alguna vez hubiera visto y perfecto como Lauren.

Aún no estaba terminado, le faltaba mucho aún para eso pero Camila ya podía deducir que sería una obra maestra y que su padre estaría encantado con el resultado. Lauren había logrado plasmar la idea de Alejando a la perfección.

Camila, aburrida de sólo observar, se acercó hasta la pelinegra y pasó sus brazos por su cuello, apoyando su barbilla en la cabeza de Lauren para poder ver lo que hacía. De inmediato la otra chica bajó el pincel que estaba usando para dejarlo a un lado y poner su mano sobre la de la latina.

"Te está quedando perfecto" comentó Camila adorando la perfección de cada trazo en el lienzo. Era como estar mirando el mismísimo cielo en una noche despejada.

"Gracias... aunque aún no estoy muy convencida. Creo que este tono de azul no es el correcto" comenzó la ojiverde algo nerviosa por dos cosas. La primera, aún no se acostumbraba a estar tan cerca de Camila y que esta la acariciara y besara cuando se le diera la gana. Y la segunda, porque no estaba segura de que su trabajo sería del agrado de Alejando. Temía que al hombre mayor no le gustara y que terminara decepcionándolo.

"Esta perfecto Laur... al igual que todo lo que haces. Tienes que ser más segura de ti misma" le aconsejó dejando un beso en su mejilla, adorando como esta se sonrojaba en un instante. Camila había descubierto hace poco el gran efecto que causaba en la otra chica.

"Lo sé pero... es que es tu padre. No quiero decepcionarlo" le explicó mientras pasaba su dedo meñique por la esquina del lienzo para arreglar un pequeño detalle. Después limpió su piel en su remera, no importándole la mancha celeste que quedó en esta.

"Le encantará lo que sea que le lleves. Se enfocará más en el esfuerzo que pusiste en hacerlo más que en el producto final. Además esta perfecto Lauren, por Dios. No entiendo por qué eres tan insegura" Camila la tranquilizó sin comprender el bajo autoestima que sabía que Lauren tenía. La chica rara vez parecía orgullosa de sus logros, por lo que Camila se encargaba de recordarle cada vez que tenía la oportunidad de lo orgullosa que estaba de ella y del gran progreso que había hecho desde que se conocieron.

"No lo sé..." respondió aún un poco dudosa, ladeando su cabeza para ver su obra aún no muy convencida. Pero se le olvidó todo cuando sintió los labios de la otra chica sobre su cuello.

Perfect disaster - Camren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora