Capítulo 36

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N/A: Smut alert: song recomendada » Medicine~Harry Styles
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"No me puedes dejar hablando sola" Camila le reclamó a su novia una vez que la alcanzó. Esta estaba esperando por el ascensor con las manos atrás de su espalda y una sonrisa burlona en el rostro.

"Claro que puedo, ya lo hice" la ojiverde le respondió de manera atrevida. Camila vio con los ojos entrecerrados como la sonrisa en el rostro de su novia crecía.

"Lauren" Camila se quejó entrando al elevador junto a la otra chica una vez que este llegó.

"¿Qué?" le respondió de manera indiferente.

"No irás a esa fiesta ¿cierto?" Preguntó para asegurase.

"Si me das motivos para quedarme entonces no iré" le respondió de manera sugerente. Camila no entendió su indirecta.

"¿Motivos? Yo... no lo sé. Podríamos ver ese show que te gusta y ordenar pizza" le respondió totalmente ajena a la insinuación de su novia. Lauren rodó los ojos por la inocencia de Camila. ¿Que no le quedó claro lo que quería con lo que hizo en el auto?.

"A veces eres tan despistada" Lauren le dijo con una pequeña sonrisa y adorando la inocencia de su novia.

Ver a Camila celosa y posesiva realmente le afectó. Un hambre creció en su interior y sabía que no estaría satisfecha hasta saciarlo... y Camila era la única que podía hacerlo.

"Me refiero a..." la ojiverde comenzó utilizando ese tono de voz que sabía volvía loco a cualquiera "...otros motivos Camila. No puedo ir a esa fiesta si me entretienes..." se paró atrás de su novia mirando por arriba de su hombro y conectando sus miradas a través del espejo del elevador "...y estoy pensando en algo muy entretenido que podemos hacer en la cama" sugirió casi ronroneando.  Pasó una de sus manos por su hombro, la bajó lentamente hasta su cintura donde dejó un apretón y después la llevó hacia el frente hasta llegar a su abdomen. Su otra mano corrió el cabello castaño de Camila a un lado para poder despejar la piel de su cuello "...puedes besarme, morderme, enterrar tus uñas en mi piel... hacerme el amor" murmuró en su oído sonriendo de lado al terminar. Le daba gracia ver el rostro de Camila totalmente atónito por el espejo. Su respiración se había acelerado y su pulso también, lo podía sentir.

"Oh" murmuró la latina. No se había estado esperando eso... sintió las palabras morir antes de salir de su boca y todo su cuerpo en llamas. Lauren la estaba volviendo loca con su voz rasposa y seductora que causaba escalofríos por todo su cuerpo, la energía que su novia irradiaba desprendía autoridad y no sabía cómo sentirse frente a la realización de que haría todo lo que Lauren le pidiera sin dudarlo.

"Oh" la ojiverde repitió de manera burlona. Dejó un beso en la piel sensible atrás de su oído y luego volvió a hablar "...¿no crees que no hacemos esto lo suficiente?" Preguntó mientras comenzaba a repartir besos largos y húmedos atrás de su oído y luego bajando por su cuello "...sé que es porque te da miedo pasarme a llevar o hacerme sentir incómoda pero Camila..." soltó una pequeña risa antes de continuar, totalmente entretenida por el nerviosismo en su novia "...no tienes idea de las ganas que tengo de que me tomes" confesó antes de morder la piel de su cuello y jalarla levemente. Después pasó su lengua para mitigar el dolor. Camila soltó un gemido y Lauren creyó que ya había dejado las cosas claras así que se separó del cuerpo de su novia y salió del elevador una vez que este llegó al piso que les correspondía.

La latina se quedó ahi de piedra por varios segundos. No podía funcionar correctamente con Lauren actuando de esa forma. Su mente estaba por todas partes y ya no podía negar las ganas que también tenía de hacerle el amor a su novia. A la mierda con hacer las cosas despacio, Lauren le había dejado claro que ya no quería que fuera tan cuidadosa. Y en cierto punto tenía razón... las veces que habían hecho el amor las podían contar con una mano y aún así sobrarían dedos porque cada vez que Lauren hacía un avance, Camila se negaba. La latina temía hacerle daño a su novia o hacerla sentir pasada a llevar. La respetaba demasiado como para simplemente lanzársele encima y hacerle el amor. Le gustaba preguntarle repetidas veces por su consentimiento porque temía hacerla sentir incómoda o algo peor. No podía evitar cuidarla hasta en ese aspecto.

Perfect disaster - Camren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora