— Así que tú eres su mate...— Oigo que Filemon murmura eso por lo bajo.
Mate, Jáh sí claro, ya quisiera yo ser mate de alguien.
Los mates son las "parejas" de los hombres lobo, pero obviamente éstos no existen, lastimosamente.
Me habría encantado ser la mate de algún hombre lobo.— ¿Me hablas a mí?— Le pregunto a Filemon, quien no ha dejado de acecharme con la mirada desde que se puso al frente mío.
— Lo siento,— Sus mejillas son tan blancas y sus labios son tan rojos, sonríe dejándome ver una perfecta dentadura— sólo quería saber si quisieras ser mi compañera.
Bueno, aunque quiera o no, ya somos compañeros.
— ¿No lo somos ya, acaso?
— Oh sí, no me refería a eso — Murmura para él, obvio soy capaz de oírlo— soy nuevo, ¿Sabes? Quisiera que nos sentemos juntos, que quizá me ayudes a mezclarme con el resto...
Veo cómo se rasca la nuca. Por mi parte sólo le sonrió y asiento, pero él parece querer que le diga algo más.
— Por mí encantada — Le sonrío mostrando mis dientes.
No es por presumir PEEERO, me encanta mi sonrisa, es hermosa.
— Bien— sonríe de la misma manera.
— ¿Sólo vas a comer eso?— Le pregunto a Filemon, quién sólo tiene carne, tres carnes para ser exactos, sobre su plato.
Se encoge de hombros —¿Qué te puedo decir? Me gusta la carne — Sonríe sonrojándose.
En éstas horas que pasamos juntos me he dado cuenta que se sonroja demasiado mucho, parece un tomatito.
Suelto una carcajada tras ese pensamiento.
— ¿De qué te ríes?
— De que pareces un tomate andante— Me vuelvo a reír.
— En realidad no sé qué me pasa, creo que es porque soy nuevo y me ponen nerviosos tus ojos y tu risa.
Dejo de reír en cuanto él dijo eso.
Es verdaderamente atractivo, sin embargo me gusta alguien más.
— Deja de bromear— Digo volviéndome a reír.
Exacto, quiero dejar en claro que lo veo sólo como amigos. Aunque él sólo quiso ser agradable seguramente.
— Sólo te estoy diciendo que me gustan tus ojos y tu risa, no te emociones que no me enamoro fácil — Dice riéndose y notándose muy seguro, como si no fuera Filemon—. No me gusta que me subestimen, nena.
— No te estoy subestimando, Filemon.
— Lo sé pequeña, sé que piensas que soy un chico tierno, de esos que regalan flores o chocolates a sus novias— Se detiene un segundo y me mira, me guiña un ojo y desvía su vista hacia adelante— lamento tener que decirte que no soy un chico bueno, he vivido millones de cosas como para darle la razón a alguien que sé que no la tiene, así como también puedo saber cómo eres tú, sé que te encanta que te digan cosas tiernas pero que a la vez hagan como si no le importaras, que seas la única pero que no te ponga nada fácil, para mí tú eres como un libro abierto.
Abro la boca para hablar pero como no sé qué decir la vuelvo a cerrar.
— Por la forma en que se encuentra tu mirada sé que andas enamorada de alguien — Dice bajo, para que sólo nosotros escuchemos.
— ¿Cómo sabes eso?— Pregunto atónita.
— No me conoces pequeña, no sabes ni te imaginas todo lo que soy.
Se acerca a mí, roza sus labios por mi oreja— No quisieras meterte tanto en mi vida, pero sin embargo no dejaré que te apartes de mí porque tú eres mi pequeña.
Espera ¿Me está reclamando como de su propiedad?
Shit, me encantaaaa. ¿¡Nathan Brown dónde jodidos estás!?