-No he salido con tantos hombres en mi vida ¿sabes? Pero tú eres algo...único. No, realmente lo eres.
Sonreí a medias, pretendiendo que no miraba su espalda desnuda, que reflejaba la luz de la luna.
-La máscara, la que te ponías en la oficina, fue una de las primeras cosas que me gustaron. Pero entonces, la dejaste caer. Tu piel llena de tatuajes, tus ojos lujuriosos, las sonrisas...eres otro.
¿No lo éramos todos? No podría mostrarle a la gente en mi lugar de trabajo todas esas piezas de arte que estaba coleccionando en mi piel, no podría mirar con esos lujuriosos ojos a alguien más que no fuera ella.
-La persona que se enamore de ti...
Su voz suave alcanzó mis oídos y tuve que tomar mi pecho por el pequeño dolor que sintió. La persona que se enamorara de mí no sería ella, por supuesto, porque ella amaba a otra persona. Los músculos que sostenían la sonrisa se relajaron y todo a nuestro alrededor se tornó gris.
Las noches que pasaba a su lado se volvían cada vez más nostálgicas. Tanto porque mis sentimientos se volvían más fuertes segundo tras segundo, pero también porque incluso cuando él estaba de regreso en la ciudad, no volvía a casa la mayoría del tiempo y ella era descubierta pensando en que estaría entre los brazos de otra mujer. Por eso su voz sonaba triste, no porque se sintiera mal por mí.
-Las respuestas que estaba buscando no estaban en la oficina, las encontré en ti, en tus ojos, en la forma que tocas mi piel, las palabras que dices...
Mentiras. No encontró ninguna respuesta, solamente le preocupaba no ser amada y cuando nos encontramos frente a la falta del otro, encontró lo que necesitaba.
-Entonces eso quiere decir que ya no me necesitas.
-En realidad, de alguna manera lo hago.
-...Pero...
-Me voy mañana. Mi esposo y yo decidimos tener un nuevo comienzo en alguna otra parte.
De alguna manera, lo sabía, solamente estaba tratando de protegerme ante la llegada de la imponente tormenta.
-Te amo.
Dijo mi corazón, sin permitirme evitarlo. Incluso cuando el final era obvio ahí estaba, intentado detener los segundos con esas palabras.
Por fin se dio la vuelta y sus ojos secos se encontraron los húmedos en mi rostro. Ella sabía, y yo también, pero como un estúpido adolescente mis esperanzas se elevaron y mis fantasías se llenaron con su imagen y la sensación de su cercanía. Renuncié a cada pequeño conocimiento que tenía sobre el amor, a mis creencias y a la ética de mi profesión, no porque me hayan engañado sino porque yo mismo me transformé en un tonto, rompiendo promesas, cruzando líneas, desapareciendo pecados. Quizá ella entendía mis sentimientos pero eso no la haría amarme.
-Yo lo...
-No.
Tuve que detenerla, no la dejaría tenerme pena por ser un idiota. Ya lo sabía. Demonios, sabía dónde terminaría todo aquello ¿por qué seguía allí?
Tomé mi camiseta, me puse los zapatos a un lado de la cama, busqué las llaves del auto dentro del bolsillo del pantalón y salí de la habitación.
Nosotros, los hombres comunes somos todos idiotas. Todos creyendo en historias mágicas, creyendo que podemos hacerlo todo y serlo todo, conquistando nuevos territorios, creando nuevas armas, construyendo edificios majestuosos, pero transformándonos en pedazos de vidrio roto cuando alguien no nos ama. El simple descubrimiento de ser un miserable hombre común, esperando por historias perfectas, proyectando todo lo que necesitamos para ser felices en una sola persona, dolía.
***FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA***
N/A: ¡Hola! Primero que nada, muchísimas gracias a todas esas personas que se tomaron el tiempo de leer y votar esta historia que fue todo un desafío para mí (porque no tenía -y creo que todavía no tengo idea- de cómo iban a salir las escenas hot (?) y sin embargo me encantó escribir. Es decir, estamos hablando de Bang Yongguk, todo lo que esté relacionado a él me va a gustar :D La primera temporada termina aquí pero la segunda ya está en el horno (? así que esperen un poquiiiiito más. Como siempre, muchas muchas gracias y saludos <3
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Línea de separación [BangYongguk]
FanfictionDeseo. Amor. Pasión ¿Cómo darnos cuenta de la diferencia? ¿Eran del todo diferentes? Bang Yongguk creía saberlo, es decir, se había preparado por muchos años para ayudar a los hombres y mujeres comunes a no dejarse engañar, a discernir la línea de...