Rodeada de Playboys

Empiezan las vacaciones

Drew en multimedia

Rachel

-¡Hogar dulce hogar!-, chilla Logan nada más llegar.

Estoy echa polvo. Tras cuatro días lidiando con mocosos y durmiendo en una cama asquerosa, esta casa me parece oro.

Subo a la habitación, y me caigo rendida en la cama.

Antes de que pueda quedarme dormida, alguien llama a la puerta.

-Adelante.

Es Nick.

-Esto, Rachel, gracias por ayudarme con Cris.

-No hay de que, servicios de cúpido Evans a domicilio-, digo guiñándole el ojo.

Se ríe, y me pregunta si se puede sentar en la cama.

-Claro.

Se sienta, y se pone a eligiar a Cris, diciéndome todo lo que le gusta de ella, lo fantástica que es y todas esas cosas.

Definitivamente, mi hermano está enamorado.

Al día siguiente

Me despierto por una maldita música. Ugh, malditos playboys.

Me levanto y salgo de la habitación. Bajo al salón, y me encuentro a River y Logan bailando en bóxers por la cocina, al ritmo de una canción de Taylor Swift.

-Malditas divas-, digo como saludo.

Siguen bailando mientras yo me preparó un café.

-¿No estás feliz, Rachel?-, me pregunta River, mientras menea las caderas delante mio.

-Es Lunes, a primera hora, y unos sexys idiotas estan bailando delante mio, ¿por qué debería estar feliz?

-¡Porque esta es la última semana de clases antes de las vacaciones de Navidad!

¡Me había olvidado!

-¿Has dicho sexys?-, pregunta sesuctoramente Logan.

-Si, antes de idiota.

Subo a la habitación a cambiarme. Antes de que pueda entrar, me encuentro a Jake.

-Buenos días-, me dice mirándome finamente.

-Buenks días-, le respondo y entro a mi habitación.

Argg, maldito Jake. No para de confundirme.

Me visto rápidamente, con una camiseta blanca, unos jeans rotos, una parka verde caki y mis Stan Smith. Me recojo el pelo en una coleta, y me pinto la ralla. Lista.

Bajo al salón y espero a que alguien me pueda llevar.

-Corred, divas, ¡que llegaremos tarde!

Ni caso. Siempre les acabo esperando yo.

En fin.

Los primeros en bajar son Drew y Logan, así que vamos los tres en el coche de Drew.

Salimos y nos dirijimos al insti.

-¿Queréis saber el último cotilleo?-, digo sin poderme aguantar más.

-Desembucha.

-¡Nick y Cris!

Se ponen a chillar como nenazas, y nos ponemos a imaginar la vida en comun de Cris y Nick.

Cuando llegamos, hemos llegado a la conclusión de que vivirán en Portland, en una casa adosada, con tres hijos, dis niñas y un niño.