Rodeada de Playboys

Otra vez tú

Llegamos. Aparcamos en el parquímetro del local. Es un edificio grande, con pocas ventanas, y desde fuera ya se escucha la música. Bajamos del coche y vamos a la cola. Vemos que es quilometrica.

-Joder, que palo hacer cola.

-Soy amiga del guarda, seguidme.

Nos colamos de toda la gente entre insultos y empujones, pero llegamos al guarda.

Nath le saluda, intercambian unos saludos, y no deja pasar.

La fiesta es enorme. La habitación tiene un techo enorme, con luces por todas partes. La pista de baile está a la derecha, abarrotada de gente, y la barra a la izquierda. Buscamos con la mirada a ver si conocemos a alguien. Veo a unos chicos del equipo. No sé si acercarme o no, pero como me ven y me saluda, nos acercamos.

-Nos tenías engañadados todo este tiempo eh?!

-Estas son Cris, Nath y Emily.

-Un placer. Venid, que os presento a mis amigos.

Nos acercamos a una mesa. Hay unos cuantos chicos del equipo, que nos saludan, y me felicitan. Los otros son de otros instis, y hay unos cuántas zor... Digo fresitas.

-¿Eres Rachel?

-Sí.

-Wow, te has hecho viral. He visto el vídeo del himno. Nos hemos quedado flipando.

Me sonrojo, deseando que cambien de tema.

Nos sentamos, y en seguida se nota el bueno rollo.

A los veinte minutos de estar charlando, llegan los chicos. Se acercan y se sientan con nosotros.

-Hey.

Se sienten con nosotros. Joder, las mesas son enormes.

Jake se sienta a mi lado. Me pone la mano en las piernas, mientras habla tranquilamente. Me empiezo a remover, nerviosa, pero ni digo nada. Su mano va subiendo. El corazón me va a mil. ¿Qué mierdas hace? No sé si me gusta o si quiero apartarle la mano. Se para, y me empieza a acariciar las caderas. Me pongo tensa de inmediato. El resto ni se inmutan.

-¿Qué mierdas haces?

-Nada.

Sigue acariciandome.

No aguanto la presión, y digo:

-Chicos, voy al lavabo, ahora vuelvo.

Me abro paso entre la gente. Cuando voy a abrir la puerta, alguien me toca. Me giro y, oh, sorpresa, es Jake.

-¿Qué haces?

-Hablar con la chica más guapa de la fiesta.

Me sonrojo y aparto la mirada.

-¿Y qué quieres?

Cada vez se acerca más a mi, y notó su respiración pegada a mi cuerpo.

-Besarte.

Me mira a los labios, y se acerca lentamente. Mi cerebro está en shock, así que cuando nuestros labios se tocan, me quedó paralizada. Pero el empieza a besarme, y yo abro la boca. El introduce su lengua, y empiezo a besarle yo también. Pone sus manos en mis caderas, y me atrae a su cuerpo. Nos besamos con más intensidad. Me agarra con fuerza, y yo doy un saltito y entrelazo mis piernas a sus caderas. Me queda agarrada a él, mientras el pone sus manos en mi culo. Me empotra con la pared, y se separa un momento de mi. Me mira.