Memorias De Medianoche [One Direction,vampiros].

Capítulo 9.

El cielo estaba más nublado que nunca y las nubes avisaban de que caería un gran aguacero. A penas había algún pájaro, y si lo había, era para ir a refugiarse de la fuerte tormenta que acecha. 

Me encontraba en el salón, mirando el cielo sentada en el cómodo sillón de cuero junto con mi taza de café caliente. Hoy hacía frío, mucho frío. El viento aporreaba fuertemente en las tejas blancas de el techo y en las persianas de las ventanas del cuarto de estar.

Los truenos empezaron a llenar el cielo. Sonaban fuertemente por los adentros del bosque y por la gran ciudad de Londres. Desde las afueras, dónde se encuentra mi casa, se podía apreciar bien como la lluvia iba acercándose lentamente hacía dónde estaba yo.

Una mano fría y grande se posiciona sobre mi hombro, causando en mí un pequeño susto.

—Josh, ¿qué pasa? — le pregunto.

—Nada, ¿no puedo hablar con mi hermana pequeña? — contestó divertido.

—Recuerda que sólo por un año, querido. — digo entre una leve risa.

—Cada vez queda menos... — dice misterioso.

—¿Para qué?

—Para tu cumpleaños y para que me vaya... Recuerda, una de las razones por las que vine fue por tu cumpleaños, querida hermanita. — responde con una sonrisa.

Bueno, mi cumpleaños tampoco es tan importante. Aunque ahora que lo pienso, había dejado de lado éste tema durante éstos dos últimos años. Cuando cumplí los diecinueve, Jenna vino a casa y salimos a comer a un restaurante de la ciudad, si no recuerdo mal.  Y cuando cumplí los veinte, no hice nada, fue un día normal y corriente, como otros tantos. 

—¿Y qué piensas que podamos hacer? La verdad, no me apetece mucho. — respondí.

—Uhm... — se tocó la barbilla — Podríamos hacer una pequeña fiesta.

—¿Y a quién invitaríamos? — frunci el ceño.

—Primero a Jenna, claramente. — Hizo una pausa —.  Podríamos invitar a Emma, Rachel, Sarah, Demetria... Tienes muchas amigas, lo que pasa es que las tienes olvidadas. — Y que razón tiene —. ¿Cuándo fue la última vez que las vistes?

—Hace un par de meses, dos para ser exactos. — Respondí.

—¡Pues ya está, es hora de recuperar el tiempo perdido, hermanita! —Alomejor tiene razón —. Yo me encargaré de los invitados, tú no tendrás que hacer nada.

—Bueno... está bien. —bufé.

Miré el reloj de pared que había colgado. Las nueve de la tarde.

—¿Quieres algo de cenar? —pregunté a Josh.

—Mm, no gracias... Ahora iba a salir a tomar algo con mis amigos. —Habló nervioso —Iré a darme una ducha, ahora vengo.

—Vale.

Josh subió rápidamente al baño de su habitación. Me dirigí hacia la cocina y opté por hacer unos espaguetis. Saqué todos los ingredientes que necesitaba y empecé a cocinar.  Puse música en mi iPhone. Bailaba en el sitio mientras cocinaba con la maravillosa canción de Wings. Tarareaba la canción, hasta que un sonido me desconcentró. Era el tono de el móvil de Josh. Estaba encima de el microondas. 

¿Lo cogo o qué? No para de sonar.

Finalmente respondí la llamada.

—¡Josh, por fin me coges el teléfono cariño! 

—¿Jenna?

—¿Milena?