Capítulo 17.

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Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos, aún no podía creer lo que me había hecho Adrián. ¿Qué clase de monstruo era? 

Toqué repetidas veces el timbre de su casa, me daba igual si estaban sus padres, sabía que yo no les agradaba nada, pero necesito estar con Niall. Unos pasos se escucharon acercándose a la puerta, y los cerrojos y cerraduras se abrieron. Niall abrió la puerta, y nada más verle, corrí a sus brazos a abrazarlo. 

—Shh...tranquila, no llores, princesa... —dijo abrazandome fuerte y acariciando mi pelo, mientras yo lloraba en su hombro—. ¿Qué ha pasado, porqué lloras, princesa? —me pregunto, separándose un poco y pasando un brazo por mis hombros, llevandome dentro de su casa.

Caminamos hasta el salón,  y una vez allí, nos sentamos en el sofá.

—Milena, dime que ha pasado —dijo preocupado mirándome, abrazandome por los hombros.

—Esque...Él es tan celoso y-y se enfadó mucho qué... —dije intentando continuar, pero mis sollozos hacían que apenas se entendiesen mis palabras. 

—Shh... tranquila ¿si? Te voy a traer una tila como a ti te gustan para que te relajes un poco, ¿vale? —dijo con tono dulce, y a la vez preocupado. Me dio un beso en la mejilla y salió corriendo a hacer la tila.

Me tapé la cara con mis manos, intentando parar el llanto y calmar mis sollozos, pero no funcionó.  Podía sentir mis manos húmedas, al igual que los besos de Adrián sobre mi piel. Y eso me hacía sentir asquerosa y sucia. Sí, lo había hecho con él años atrás, pero nunca nadie me había forzado de esta manera... Yo no sabía que él era así, ni si quiera se me pasó por la cabeza, yo lo tenía como un ejemplo a seguir, pero ahora...ahora solo me da asco.

—Aquí, tienes princesa... —Habló Niall, sentándose a mi lado con un vaso de tila humeante entre sus manos. 

Cogí el vaso entre mis manos y di un trago.

—Gracias, Niall... —murmuré, bebiendo lentamente la tila. 

Él esperó a que me calmase un poco, y cuando lo hice, empezó a hablar.

—Ahora si, Milena... Cuéntame que ha pasado para que estés tan alterada y asustada... —me dijo, acariciando suavemente mi pelo.

Suspiré mientras me secaba una lágrima y lo miré.

—No quería estar con Adrián, así que le dije que había quedado contigo...Tú ya sabes como es de celoso algunas veces, pero esta vez...esta vez se enfureció diciendo que yo era suya y... —limpié algunas de las lágrimas que se habian escapado de mis ojos— me forzó Niall... —murmuré, entrando en llanto de nuevo.

Niall abrió su boca levemente de la impresión, él tampoco creía que Adrián hubiera sido capaz de violarme. 

—Voy a matar a ese tío... —dijo Niall empezandose a poner rojo de la furia—. Va a pagar lo que ha hecho, te lo juro Milena.

Lo abracé fuerte, a lo que él correspondió, y me susurró que todo estaría bien y que él me cuidaría.  Agradecía que Niall hiciera tantas cosas por mi, y que me apoyase y cuidase como si fuera su hermana, pero no quiero que se meta en líos con Adrián por mi culpa. 

—Niall...—musité, separándome y mirándolo por un momento —. ¿Puedo quedarme esta noche aquí? No quiero regresar a casa con Adrián... Sé que no le caigo bien a tus padres, y que no les gusta que me junte contigo, pero no quiero volver con ese monstruo...

—Tranquila, princesa, mis padres están de viaje, puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras —. Dijo él, acomodándome un poco el pelo y brindandome una pequeña sonrisa. 

Le devolví la sonrisa y le di un beso en la mejilla. No sé que haría sin él. 

—Gracias Niall, enserio, por todo lo que haces por mí, te quiero mucho rubio... —dije parando de llorar y revolviendole el pelo leve.

—Yo también, princesa —sonrió y acarició mi mejilla —. Ven, vamos a la habitación.

Asentí y nos levantamos del sofá, yendo en dirección a su habitación. Pasamos por delante de la habitación de Louis, en la cuál se escucharon unas risas. 

—Niall... —dije una vez que entramos en su habitación—. Eh... ¿Louis está con alguien?

—Sí, con Eleanor... una "amiga" —dijo haciendo comillas en el aire en la última palabra.

¿Cómo que una "amiga"? Este día no puede ir a peor... Lo sabía, él se había olvidado a mí, y ahora sé la razón: Eleanor.  Dios, esto no puede estar pasando. Y pensar que hace unos meses lo tenía todo...y ahora no tengo nada. Dicen que la vida es maravillosa, yo creo que eso es una gran mentira. 

—Ah... —dije fingiendo que no me importaba, pero él me conocía, sabía que aún sentía mucho por Louis, y aunque él no sabiese porque nos separamos, sí sabía que lo de Eleanor me habia dolido.

—Lo siento, no tendría que habertelo dicho... —se disculpó.

—Tranquilo, no es nada... —fingí una sonrisa y miré a otro lado.

Pasó el día, hasta que llegó la noche. Niall y yo nos encontrabamos en la cocina haciendo pizza, me había distraído toda la tarde para que no recordase lo de Adrián. Y eso se agradecía.

—¡Niall! —grité entre risas al ver que un montón de harina me había caído en la cabeza—. ¡Ésta me la pagas!

Cogí harina rápidamente y se la eché en la cara riendo. Él abrió la boca sorprendido y empezó a reir.

—¡Eres mala! —dijo haciendo un pucherito.

—¡Empezaste tú! —dije riendo. 

—Niall, voy a salir con Eleanor a caz... —habló una voz dulce, pero a la vez muy masculina entrando en la cocina seguida de unas risas de mujer.

Esa voz...esa hermosa voz. Era Louis.

Memorias De Medianoche [One Direction,vampiros].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora