Tú efecto en mi 2 [ACABADA]

CAPÍTULO 4

-Joder...

Susurra contra la puerta y escuchamos a Mushka al otro lado olfatear. Ninguno de nosotros lleva llaves y los chicos están todavía en un club por lo que mientras vienen tenemos media hora larga esperando y el frescor de la mañana no ayuda, aún no ha ni amanecido.

Me quito los zapatos y los dejo junto a la puerta mientras me siento en un banco que hay en el porche, por lo menos no estamos en el suelo. Tarda varios minutos en asimilar que tenemos que esperar y entonces el también se sienta a mi lado sin hacer ninguna clase de contacto fisico.

Me he secado las lágrimas y es probable que tenga una cara horrible pero me siento pero por dentro, es muy incómodo estar tan enfadada con el.

Giro la vista para mirarle unos segundos y veo que tiene toda la mano golpeada

-¡Oh dios mío!

La inspecciono entre mis manos y le resta importancia, probablemente tendrá un gran moratón pero no hay nada roto

-¿Tú estás bien?

Me hago un repaso brevemente y asiento apartando la mirada, me observa de forma tan intensa que me hace temblar

-No estaba pensando lo que decía antes

-Cuando estamos enfadados es cuando más verdades se dicen pero he hablado con mis padres y en un par de días me iré a con ellos.

Me levanto y me apoyo en la pequeña valla de madera dándole la espalda

-No hace falta que te vayas,ya te he dicho que no iba enserio

-No me puedo quedar aquí toda la vida y será mejor para nosotros.

•Kyle•

-¿Vosotros sabíais esa puta mierda de que se va?

Espero a que suba las escaleras para acorralarles

-Lo tenía pensado desde hace un tiempo y si quiere pasar las vacaciones con su familia no somos quien para impedirlo

-Se va a más de 6 horas de aquí

-¿Y qué más te da? Solo hacéis que discutir, pelear mejor para ambos ¿No?

Está todo el mundo loco por lo que parece

-¿Y a ti te importa una mierda que se vaya! Tan amigos tuya que es

-¿Tu no me dijiste que no la querías viviendo aquí? Te he hecho caso

Me sonríe con sorna y me esfuerzo por no liarme a puñetazos con la pared

-¡QUE COÑO QUIERES KYLE?

-¡A ELLA JODER,A ELLA! Levantarme y verla, hacerle el desayuno y que me lo haga, saber que está bien lejos de ese hijo de puta ¡No puedes dejar que se vaya!

Sonríe por encima del hombro y no necesito girarme para notar que está detrás de mí.

-Si dejarás de ser tan cabezón y te comportaras como eres ganarías millones de cosas cariño.

Susurra mi hermano mientras ambos suben las escaleras.

Sigo sin querer girarme y me mantengo apoyado en la encimera regulando mi respiración, no estoy acostumbrado a que alguien escuche lo que siento.

Me bajo rápidamente al sótano donde me golpea el frío del aire acondicionado, solo necesito quitarme la camiseta y me pongo como un loco contra el saco de boxeo,me palpita la mano con la que probablemente le haya partido la nariz al gorila de la fiesta pero sigo sin dejar de golpear más de diez minutos seguidos.