CAPÍTULO 17

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—¡PERO TU QUIEN TE CREES QUE ERES!

Me deja en el suelo de su apartamento y enseguida se me van todos los males al tener a Mushka encima.

Me ha traído hasta aquí sobre su hombro como todo un neandertal solo por qué no llevo llaves de la casa de su hermano.

—¡Pero mi bebé precioso!

Está tan emocionado que literalmente se une encima de mi y ambos acabamos en el suelo

—¿Como te he podido echar tanto de menos bebecito!

Se me humedecen los ojos cuando noto que hace pequeños gimoteos de alegría y me empieza a dar besos por todos lados

—Me voy a ir

Sentencio una vez que logro ponerme de pie sobre los tacones

—¿Y te vas a quedar en la calle?

—Lo prefiero antes que aquí contigo, eres la última persona en este mundo que quiero tener cerca ahora mismo

—Pues da la casualidad que soy la única persona en el mundo dispuesto a ayudarte siempre.

Me quedo callada y le observo ahí de pie en su sofá

—¿Llevamos dos semanas sin hablar y justo cuando la otra desaparece de tu vida me buscas? Paso de ser tu juguete de turno

Intento abrir la puerta pero está bloqueada y me giro hecha una furia hacia el

—¡Déjame salir!

—Siempre huimos el uno del otro ¡No eres mi juguete de turno!

—No quiero oír ni una mentira más ¡Haces como que te importo pero nunca te has parado a pensar en mis sentimientos!

—Eres tú la que no quería nada formal e ir poco a poco

—¡Y lo tiraste todo a la mierda por ella!

Las primeras lágrimas de rabia empiezan a caer por mi rostro y me giro quedando cara a la puerta cuando de empieza a acercar a mi

—Déjame salir de aquí...

—No quiero que te vayas

Con la yema de sus dedos parta el pelo de mi nuca y sé que esto se va a descontrolar

—Pero yo quiero irme, vas a acabar conmigo si sigo aquí y no puedo estar un día bien y siete mal.

Me gira sin problema alguno acorralandome contra la puerta y ninguno dice nada

—Ni siquiera sé por qué tomo esas decisiones de mierda pero mi elección siempre vas a acabar siendo tu

Siguen cayendo lágrimas sin ningún motivo y estoy entre la espalda y la pared literalmente.

Me acaricia el labio inferior y sé que siempre hace eso a modo de aviso cuando me va a besar y no quiere que se lo impida, cosa que ahora mismo no voy a hacer y estoy asustada por no notar el chispazo pero en cuanto nuestros labios se unen noto una explosión de sensaciones.

Una energía me recorre la columna vertebral a la vez que me tiembla hasta el último pelo de la cabeza, necesita estar con el y no era consciente de lo mucho que echaba de menos esto. Decido dejar de pensar cuando mis pensamientos se dirigen hacia todo el daño que nos hemos hecho el uno al otro y disfruto del momento, ahora no hay vuelta atrás.

Me pego más a su cuerpo y deslizo las manos por su espalda notando que está mucho más musculoso, quizá sean cosas mías o que hacía mucho que no le sentía.

Tú efecto en mi 2 [ACABADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora