Tuyo | LARRY STYLINSON

10.

Harry

El olor a café y la corriente helada que se colaba por la ventana me incitaron a acurrucarme más bajo el edredón, y aunque no sabía a qué hora me había metido en la cama, caí en que no fue muy buena idea hacerlo con una camiseta como único abrigo. Extendí el brazo sobre el hueco vacío de mi costado y me obligué a levantarme antes de que tuviera que subir Jake a hacerlo,-estaba más que acostumbrado-.

Me puse el pantalón de pijama de la maleta y una sudadera antes de bajar. El pueblo a veces era demasiado frío de imprevisto y no sabías cómo te podían salir los días, y como mi madre solía decir cuando Alex y yo éramos unos críos,-más aún-, parecía casi de fantasía que pudiera llover la tarde entera y aún así dormir en manga corta hasta el mediodía.

La casa parecía desierta, pero la voz de Lisa se hacía más presente a medida que bajaba las escaleras, y fue entonces cuando me puso los pies en la tierra. Joder. Zayn, el sueño con Louis, Alex preocupada... ¿Alex preocupada?

Casi tropezándome con mis propios pies salí disparado hacia donde estaba Lisa. Ella, con el móvil en la oreja, me miraba como si fuera un lunático para cuando entré trastabillando a la cocina.-:Lisa, Lisa, Alex está sola en Londres, Dios, no he podido olvidarme de eso, está sola, va a matarme si sabe qu-

-Cariño. Ella está bien, llamé a Liam anoche y se dirigió a vuestro apartamento de inmediato.- Solté el aire que estaba reteniendo y me apoyé sobre la isla de la cocina.-:Pero estoy de acuerdo en que va a matarte en cuanto te vea. ¿Café?- Acepté la taza con un suspiro y revolvió mi pelo al dármela.

-Empiezo a ser consciente de ello.- Masajeé mi sien mientras bebía a sorbos, y supuse que Lisa se debatía internamente en si hablar conmigo de todo el día de ayer o si dejar que me comiera la cabeza yo solo. Optó por la primera sin perder su sutileza.

-No te tortures, ¿quieres? Estáis en edad de hacer tonterías. Tonterías por amor, Harry. ¿Si no te escapas de la casa de tu novio a los dieciocho cuándo lo harás?

Era obvio que ya no podíamos esconderle nada.

-Yo ni siquiera quería.. Debía despejar mi mente y no quería verle. Pero no queda remedio si vivimos juntos.

-A eso me refería, sois jóvenes y vivís juntos, y ahora que me he enterado de que no sólo de colegueo.- Me guiñó un ojo y sonreí mirando al suelo.- He podido darme cuenta de que lidiáis con la presión de la fama y de la madurez anticipada a la que estáis sometidos. No es que seáis unos niños, es que os estáis haciendo adultos juntos, y mira que a mi edad yo todavía no he madurado del todo.

-No sé si estoy preparado para madurar, de esta manera, sin mi madre, me rodeo de personas medianamente adultas, ¿sólo para darme cuenta de que todavía no puedo apoyarme en mí mismo para avanzar?

-Date un respiro. Aprovéchate de las personas que te quieren y que están dispuestas a dar un brazo a torcer las veces que hagan falta, estamos contigo para eso, Harry.

-Gracias.- Me rodeó rápidamente acariciando mis rizos deshechos.-:Por todo esto, nunca podré-

-Es lo que tu madre hubiera hecho, eres una persona importante para mí, aunque apenas llevemos unos meses viéndonos las caras, en momentos de dificultad es cuando más se afianzan las cosas, ¿verdad?

-Verdad. Con respecto a lo de anoche, no sé qué me pasó, y me arrepiento de haberos preocupado de esa manera, eran tonterías mías y supongo que la falta de sueño, ya sabes.- Esperé que no me creyera y que tuviera que inventarme una excusa más elaborada, pero para mi sorpresa y no dejándome del todo convencido, hizo un ademán con ojos cerrados y sonrisa pequeña.