Estoy de rodillas, recogiendo con cuidado los trozos de cristal en el suelo de la cocina, cuando Jungkook sale de la habitación. Alzo la vista. Qué caminar tiene. Avanza hacia mi vistiendo unos shorts beige, un polo de Ralph Lauren blanco, con el cuello levantado y unos converse azules. Y yo de rodillas, con la boca abierta y hecho un desastre. Se detiene delante de mi y me sonríe.
-Me temo, que estoy en desventaja -bromeo.
Sus ojos resplandecen con deleite mientras se agacha delante de mí.
-Parece que tu desventaja, juega a mi favor. -dice, y me guiña un ojo.
Quiero saltar sobre él, pero llevo un montón de cristales en la mano, los dos estamos vestidos y es tarde. Tendré que aguantarme.
-Trae. -junta las manos para que le pase los fragmentos de cristal. -No deberías de haberlos recogido, podrías haberte cortado. -me regaña.
Los dejo caer en sus palmas, me levanto del suelo y él lo tira todo al fregadero de la cocina.
-Ya lo recogeré después.
Se pone sus Ray-Ban, coge las llaves y sus cosas, me agarra de la mano y me guía hasta la puerta.
-¿Hoy trabajas? -pregunto.
-No, de día no hay mucho que hacer en La Mansión -me guiña de nuevo el ojo. Yo me derrito. Es un coqueto y me encanta.
Al abrir la puerta nos encontramos con un par de hombres desaliñados que llevan portapapeles y visten un overol azul. El logo bordado en sus uniformes dice: B&C mudanzas
>>¿Señor Jeon? -pregunta el que parece camionero. Sus dientes amarillentos indican que debe fumar unos cincuenta cigarros y tomar unos veinte cafés al día.
-Las cajas que están en la habitación de invitados van primero. Mi asistente llegará pronto para ayudarles con el resto. -me jala pasillo adelante y deja que el camionero y su desgarbado aprendiz hagan su trabajo. -Cuidado con el equipo de esquí y el de ciclismo. -grita tras volver la cabeza por encima del hombro.
-¿Tienes asistente? -pregunto totalmente sorprendido. Y no sé porqué. el tipo se ha comprado el ático del Lusso por la friolera de diez millones ¿Por qué no me lo he imaginado antes? Esta podrido en dinero.
-Es la única mujer sin la que no podría vivir. -responde con frivolidad. -Se marcha a Irlanda la semana que viene a visitar a su familia. Entonces todo se desmoronará.
Llego a mi coche en un tiempo record después de que Jungkook sortee el tráfico de la mañana. Los conductores parecen ser más permisivos si vas en un Aston Martin y les haces unos cuantos gestos con la mano. Mete mis maletas en el asiento trasero mientras yo compruebo mi celular. Son las ocho y diez. Bueno, llego tarde. Escribo un mensaje a Jin a toda prisa para decirle que voy en camino y que me espere. Me doy cuenta de que Jungkook me mira con fijeza. Incluso a través de las gafas de sol. que por cierto, de quedan de muerte. Siento que sus ojos potentes se clavan en mi.
Abro la puerta del conductor de mi Mini, me meto dentro y arranco con el motor. Jungkook se agacha a mi lado antes de que pueda cerrar la puerta.
-Voy a llevarte a comer. -me informa.
-Ya te he dicho que tengo cosas que hacer. -no voy a dejar que el Jungkook pillo me aparte de mi objetivo, aunque es bastante tentador.
-Pues a cenar.
-Luego te llamo. -he pasado toda la noche con él, me ha cogido hasta la extenuación y yo necesito algo de tiempo para recuperarme. Deja caer los hombros y frunce el ceño.
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Fascinación
FanfictionEsta historia es una adaptación. Espero les guste tanto como a mi. El es indomable, controlador, autoritario, dulce provocador. Es peligroso. Es enigmático. Es absolutamente adictivo. El, es mi hombre. Veremos a un Jungkook mayor que Jimin. Adapt...