Capítulo 22

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Me despido de Jungkook con un beso casto y lo dejo con una expresión de inquietud en su maravilloso rostro.

-Te llamo. -digo con tono de indiferencia y salgo de su coche.

Tengo prisa por marcharme. Cierro la portezuela del vehículo y me apresuro a recorrer el camino hasta cada de Jin. No me vuelvo. Cierro la puerta rápidamente al entrar y me dejo caer contra ella.

-¡Hola! -Jin aparece en lo alto de la escalera con una toalla en la cintura. -¿Estas bien?

Ya no puedo seguir fingiendo.

-No. -admito, no estoy nada bien.

El me mira con una mezcla de confusión y compasión.

-¿Quieres un té?

Asiento y me despego de la puerta.

-Por favor, no seas demasiado amable conmigo. -le advierto.

Las lágrimas amenazan con brotar, pero estoy decidido a controlarlas.

Sabía que esto iba a pasar. No creía que tan pronto, pero este desagradable dolor de corazón era algo inevitable. El sonríe con complicidad y me indica con la cabeza que lo siga. Me arrastro hasta el piso de arriba y lo encuentro en la cocina preparando el té.

Me dejo caer en una de las silla dispares.

-¿Se ha ido Nam?

Se echa tres cucharadas de azúcar en su taza y aunque me da la espalda, sé que esta sonriendo.

-Si. -responde con demasiada naturalidad.

-¿Qué tal la noche?

Se vuelve, entrecierra los ojos y sonríe ampliamente.

-¡Ese tipo es una bestia!

Yo resoplo antes su descripción de Nam. Se de otro que también encaja en esa definición.

-¿Bien, entonces?

Vierte agua hirviendo en las tazas y añade leche.

No esta mal. -se encoge de hombros. -Pero basta de hablar de mi, ¿Porqué te has ido esta mañana con aspecto de haber tenido una noche similar a la mía y vuelves unas horas después como si te hubieran pegado una paliza?. -se sienta y me pasa mi té.

Suspiro.

-No voy a volver a verlo.

-¿Porqué? -grita

Su rostro pálido refleja estupefacción ¿Porqué le sorprende tanto mi decisión?

-Porque se que voy a salir muy mal de esto. Jin, Jungkook no es bueno para mi.

-¿Cómo lo sabes? -pregunta con incredulidad.

Muy sencillo.

-Es un hombre de negocios, maduro, rico a más no poder y muy seguro de si mismo. No soy más que un juguete para él. Se aburrirá me tirará a la basura y se buscará a otro. -resoplo con sarcasmo. -Y créeme...no faltará quién se le eche a los pies. He visto las pasiones que despierta. Las he experimentado. Es increíblemente salvaje en la cama y tremendamente bueno, lo que significa que tiene a sus espaldas un buen número de conquistas sexuales. -respiro hondo mientras Jin me mira con la boca abierta. -Es un imán para cualquier hombre. Ya he tenido que soportar la reacción de Tae. -me dejo caer en la silla y cojo mi taza de té.

-¿Quién es Tae?

-Un amigo, lo confundí con su novio. No me tiene ningún aprecio y me lo ha dejado bien claro.

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