Entro descalzo al dormitorio, y veo una camisa y un pantalón puestos en la cama, no es mi ropa, ni tampoco mis bóxer, estos son aún mas cortos de los que frecuento. Me ha comprado ropa interior ¿Y me la ha comprado de mi talla? De verdad, cree que puede decirme cómo debo vestir. No puedo negar que la ropa es bella, aunque es demasiado para el trabajo. Busco para ver si tengo otra cosa en la bolsa de gimnasio, pero no hay nada. Ni otros bóxer. No hay ropa. Es un cabrón astuto.
Me resigno y acepto mi destino. Me preparo para ponerme la ropa interior que Jungkook ha decidido que voy a llevar hoy. Supongo que debería de estarle agradecido por no haber elegido el suéter grande y grueso. La verdad, es un gran alivio que haya tenido la iniciativa de dejarme la secadora. Termino y voy al piso de abajo.
Jungkook esta en la isla de la cocina hablando por celular y metiendo el dedo en un bote de crema de cacahuate. Me mira y casi me caigo de culo por culpa de su arrebatadora sonrisa. Si, esta super satisfecho consigo mismo.
Le recorro el cuerpo con la mirada, va vestido con un traje gris y camisa negra. Suspiro de admiración. Se ha puesto gel fijador en el pelo y lo lleva peinado a un lado, un poco alborotado. Me encanta! Tiene un aspecto muy masculino y esta guapo a rabiar. ¿Porqué habré insistido tanto en ir a trabajar?
-Iré en cuanto deje a Jimin en el trabajo. -se vuelve en el taburete y ladea la cabeza. -Si, le diré a Tae que lo quiero en mi mesa cuando llegue.
Se da unas palmaditas en el regazo y me acerco intentando no poner mala cara tras haber oído el nombre de sonrisitas.
-Anulamos su credencial del socio, así de sencillo. -me siento en sus rodillas y sonrío cuando hunde la cara en mi cuello y me huele. -Puede protestar todo lo que quiera, queda expulsado. Punto. -espeta con sequedad. -¿De qué habla? -Que Tae lo cancele... si... muy bien... te veo pronto.
Cuelga, tira el teléfono sobre la barra y serpentea con las manos debajo de mis rodillas para sentarme mejor en su regazo. Me recibe con un beso glotón y generoso. Gime en mi boca de pura satisfacción.
-Me gusta tu ropa. -musita contra mis labios. Huele mucho a menta, mezclada con un poco de crema de cacahuate. No soporto la crema de cacahuate, pero a él lo adoro y me encanta que sea tan atento, así que me olvido de la crema.
-Claro que te gusta, ¡Lo has elegido tú! ¿Y la ropa interior?
Me da un besito y me suelta.
-Ya te lo he dicho, así me gusta. -me recorre con la mirada. No discuto, no tiene ningún sentido, si es que alguna vez lo tiene, además ya la llevo puesta.
-¿Quieres desayunar? -pregunta.
Miro el reloj de la cocina
-Tomaré algo en la oficina. -no puedo llegar tarde.
Me deja en Berkeley en un tiempo récord. Son un peligro sobre ruedas, él y su estúpido cochecito de gama alta. Lo detiene en una zona prohibida en la esquina y se vuelve para mirarme. se esta mordiendo el labio interior, lleva haciéndolo casi todo el trayecto, ¿Qué estará pensando?
-Me encanta despertarme a tu lado. -dice con dulzura y se acerca para acariciarme el labio con el pulgar.
Yo también me vuelvo para mirarlo a la cara.
-Y a mi. Pero no me gusta que me dejen hecho polvo por llevarme a correr a las cinco de la mañana.
Mis piernas ya están resentidas y van a ir a peor. No estire después de correr porque Don Difícil y su manía de llevarme la contraria me distrajeron. Voy a estar muy incómodo todo el día.
-¿Preferirías que te cogiera hasta dejarte hecho polvo? -me dedica una sonrisa arrebatadora y me pasa la mano por la parte delantera del pantalón.
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Fascinación
FanfictionEsta historia es una adaptación. Espero les guste tanto como a mi. El es indomable, controlador, autoritario, dulce provocador. Es peligroso. Es enigmático. Es absolutamente adictivo. El, es mi hombre. Veremos a un Jungkook mayor que Jimin. Adapt...