Capítulo 33

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-Despierta jovencito.

Cuando abro los ojos, tiene la nariz pegada a la mía.

Doy a mi cerebro unos minutos para ponerse en marcha y a mis ojos para adaptarse a la luz del día. Cuando al fin veo algo, resulta que veo un brillo de alegría en sus bellos ojos. Yo, por mi parte, quiero seguir durmiendo. Es sábado y ni siquiera mi necesidad de arrancarle la piel a tirar va a hacer que me mueva de esta cama en un buen rato.

Lo apartó y le doy la espalda.

- No te hablo.  -murmuró y me acurruco otra vez en mi almohada. Me da una palmada en el culo y a continuación me coloca panza arriba y me sujeta por las muñecas. -¡Me dolio! -le grito.

Las comisuras de sus labios se curvan, pero no estoy de humor para el Jungkook arrebatador está mañana. ¿Porqué está tan contento? Ah si. Claro que se porqué.  Ha hecho pedazos mi camisa de transparencia y me tiene para él antes de las ocho de la mañana.

Estoy envuelto en él  de pies a cabeza y me mira. ¡Debería de levantar la rodilla y darle donde le duele!

-Hoy pueden ocurrir dos cosas. - me informa -Puedes ser razonable y pasaremos un día encantador, o puedes seguir siendo un seductor rebelde y entonces me veré obligado a atarte a la cama y hacerte cosquillas hasta dejarte inconsciente.  ¿Qué prefieres nene?

¿Qué sea razonable? ¿Más? La mandíbula me llega hasta el suelo y el me mira con interés ¿De verdad cree que no voy a discutir esa propuesta suya?

Levantó la cabeza para estar lo más cerca posible de su cara atractiva que casi me molesta.

- Vete al carajo. -digo despacio y con claridad.

Retrocede con los ojos como platos ante mi osadía. Yo también estoy bastante avergonzado de mi mismo, pero Jungkook y sus exigencias desmedidas sacan lo peor de mi.

-¡Cuidado con esa puta boca!

-¡No! ¿Porqué demonios tienes porteros que te informan de mis movimientos? -ese pequeño detalle acaba de aterrizar en mi cerebro medio dormido. Pero, si estoy en lo cierto y está pagando a los porteros  para que me vigilen, voy a entrar en erupción.

- Jimin, lo único que quiero es asegurarme de que estas a salvo. -deja caer la cabeza y empieza a morderse el labio. - Me preocupo eso es todo.

¿Qué se preocupa? ¿No hace ni un mes que me conoce y ya se ha puesto en plan  protector y posesivo? Pisotea a quien haga falta, me desbarató los planes, corta mi ropa y me prohíbe beber.

>>¡que yo sea razonable!<<

-Tengo veintiséis años Jungkook.

Me mira a los ojos. Se han oscurecido de nuevo.

-¿Porqué te pusiste esa camisa?

-Porque quería hacerte rabiar.  -respondo con sinceridad. Me retuerzo un poco en vano. No voy a ninguna parte.

-Pero pensabas que no ibas a verme. -frunce el ceño.

¿Cree que me lo puse para otro?

- Lo hice por principios. -digo entre dientes. Quería tener la última palabra aunque él no se enterara. - Me debes una camisa.

Sonríe y casi me deslumbra.

-Lo pondremos en la lista de cosas que hacer hoy.

¿Qué hay en esa lista? Ahora mismo, lo único que quiero es dormir. O que me despierte de otra manera. Me contoneo debajo de él y arqueta las cejas sorprendido.

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