u n u s

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1: a c o r d e s  de una vida calcinada.

"Que la melodía de mi vida sea el sonido de tu risa. Y que mi canción favorita sea tú voz. Porque si la música es mi corazón, tú eres mi oxígeno.
Y, escucha, puedo vivir sin ella. Puedo hacerlo. Pero no puedo respirar sin ti. ¿Lo entiendes? No puedo. No quiero".

B u c k y.

Noté que la respiración se me atascaba y me dio la impresión de que no habría jamás suficiente oxígeno en el mundo para llenar mis pulmones.

Parecía como si una cuerda invisible estuviera intentando ahorcarme y abrí la boca, esperando sentir una chispa de vida colándose en mí.

Odiaba esos momentos.

Me toqué la garganta, masajeándola, en un intento desesperado por tranquilizarme y destensar el nudo marinero que me rodeaba, pero los ojos se me cristalizaron y tuve que cerrarlos al sentir un mareo detrás de otro.

El corazón se me paró y conté tres segundos hasta que los latidos resonaron de nuevo por todo mi cuerpo.

Los sentía en mis oídos, en una melodía irregular que me generaba ganas de vomitar. 

Joder, si que odiaba esos momentos.

El pecho me ardía y la cabeza me daba vueltas, llena de voces. Voces que me atormentaban. Voces que me controlaban. Voces que me dañaban.

El cansancio se apoderó de mí, y me dejé caer sobre la cama.

Me dolía el alma.

Me dolía la vida.

Quería descansar eternamente.

La cuerda pareció apretarse más sobre mi garganta y cerré los ojos con fuerza, no pudiendo evitar que una lágrima rodeara mi mejilla y llegara hasta mi barbilla en un camino retorcido de baches y angustia.

Quise tragar saliva para intentar golpear lejos el nudo que me oprimía el pecho, pero sólo conseguí que la impresión de ahogamiento aumentara.

Odiaba tener pesadillas estando despierto. Odiaba ser yo.

Los primeros acordes de una melodía suave traspasaron la ventana a medio abrir y se colaron por cada poro de mi piel, erizándomela. 

Sentí que la vida me daba otra oportunidad y abrí los ojos. Me masajeé la sien, hipnotizado por la música y sorprendido por el repentino silencio de mis tormentos.

Una voz profunda y cargada de sentimientos comenzó a entonar una canción que postulé como el título de mi biografía y decidí que, para vivir, tenía que aceptar que todo el mundo llora, todo el mundo sufre y todo el mundo hace daño. Tenía que aceptar que a veces era normal sentirse solo y tenía que aceptar que somos humanos, al fin y al cabo.

Desde entonces, me centré en la música para despejarme y patear el dolor y las voces de mi mente a un lugar lejano del que no pudieran volver. Me centré en aprender cómo reescribir una vida sin párrafos de pesimismo, sin frases de agobio, sin versos de tristeza y sin letras de angustia.

Me centré de reescribir mi vida a partir de una canción.

Everybody hurts.

La voz quedó grabada a fuego en mi memoria, y cada sentimiento, emoción y pensamiento que experimenté los guardé como recuerdos de aquella tarde.

Como recuerdos del día en que volví a nacer.

When your day is long
and the night,
the night is yours alone,
when you're sure you've had enough
of this life, well hang on.
Don't let yourself go,
'cause everybody cries
and everybody hurts
sometimes.

Debía continuar, debía darme otra oportunidad a mí mismo. No podía quedarme a la deriva en una mente llena de tempestades.

Sometimes everything is wrong.
Now it's time to sing along.
When your day is night alone,
hold on
if you feel like letting go,
if you think you've had too much
of this life, well hang on.

Debía resistir, debía aferrarme a ese suspiro de esperanza que se escapó de mi boca cuando la abrí para coger aire. Debía sobrevivir. Debía revivir. No podía desviar una bala hacia mi corazón. No podía quedarme en mitad de un campo de batalla. En mitad de mi campo de batalla.

Because everybody hurts.
Take comfort in your friends.
Everybody hurts.

Debía entender. Debía aceptar. Debía asumir que, aunque no lo mereciera, sufriría igual. No podía encogerme en el centro de mi miseria. No podía desistir.

Don't throw your hand. Oh, no.
Don't throw your hand.
If you feel like you're alone,
no, no, no, you are not alone

If you're on your own
in this life,
the days and nights are long,
when you think you've had too much
of this life to hang on.

Well, everybody hurts
sometimes
everybody cries.
everybody hurts, sometimes.
everybody hurts, sometimes.
So, hold on, hold on.

Debía contraatacar. No podía permitir que la vida me pisoteara.

De las cenizas del ave fénix que un día fue y que quiso morir, renació Bucky. Renací.

Me construí a mí mismo con los escombros de lo que un día fue mi jaula. Anclé mis cimientos en un mar en calma, en una mente vacía de dolor.

Me convertí en el capitán de mi barco, en mi propio trébol de la suerte.

Porque, aunque todo el mundo hiere a veces, todo el mundo llora también.

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Canción en multimedia.
¡La foto de Bucky con la guitarra!
No puedo ser más fan.

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Vale, sólo voy a decir lo básico. Los créditos de los personajes se los mandáis a Marvel y a Stan Lee a ver si os hacen caso y hacen real s t u c k y. Eso sí, el resto de historia y universo c'est moi.

Aún cuando Bucky tendrá su brazo de metal y su pasado tormentoso y aún cuando Steve será una figura pública (Capitán América), este es mi propio AU.
Como puedo hacer lo que me salga del kiwi he decidido que voy a juntar cosas del universo marvel como tal para ponerlas en mi propio universo alternativo. No sé cómo quedará, pero oye que sino lo borro y todos tiramos para adelante.

Si no te gusta, de puta madre. Sabrás cómo salir de esta historia.
Si no te van los gays. Lee las líneas anteriores.
Si esto te aburre, no te estoy pagando, así que largo.

¡viva la libertad de expresión! ¡viva stucky! ¡y viva mi kiwi, también!

Besisss

Everybody hurts ➳ stuckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora