D O S

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7 años atrás...

Carolina se encontraba en su habitación llorando a más no poder.

Hoy se cumplían dos años de la inexplicable muerte de su madre. Y justo hoy se cumple una semana de su salida de ese espantoso hospital, después de haber superado un muy difícil estado de depresión.

Sofja, la Madre de Carolina, murió cuando ella tenía apenas doce años, y a sólo unos días de su muerte, fue cuando Carolina cayó en estado de depresión.

Hoy, tiene catorce años. Y vive con su padre Carlos. Dueño de una prestigiosa empresa de Joyas 'Jewelry Kopelioff' en la cual Carolina ha comenzado a trabajar como Modelo, específicamente como Imagen publicitaria de las joyas allí fabricadas. Le encanta trabajar con eso, posar para la cámara, lo ama. Y es algo que la ayuda a distraerse después de todo.

Durante los dos años de Carolina fuera de casa, en la empresa entró una nueva socia, ahora vicepresidenta de la empresa y Esposa de Carlos, Ivy Bernasconi, Madre de Agustín Bernasconi, que al igual que Carolina tiene Catorce Años

Carolina, Al enterarse del compromiso de su padre, enseguid no estuvo de acuerdo. A él no le importó, sólo quería encontrar la felicidad nuevamente y se casó con Ivy, ahora sin el consentimiento ni de Carolina, ni de Agustín, ninguno de los dos quería que ocuparan el lugar de su ser querido. ¿A qué me refiero? Agustín perdió a su padre de la misma forma que Carolina a su madre, por un asesinato, ambos jamás resueltos.

Otra novedad es que ahora todos viven juntos en una misma casa, como la 'familia' que ahora son, y que Carolina y Agustín se niegan a aceptar.

Hace una semana, cuando Carolina llegó a Casa por primera vez, la recibieron con una cena de bienvenida y también para que así conociera a Su Madrastra, y Hermanastro.

~1 Semana Antes, La Cena~

Carlos había obligado a Carolina a vestirse de manera elegante, pues era muy importante para el que Carolina Causara una buena impresión a su nueva esposa. Ella se negaba a usar un vestido, le parecía ridículo vestirse así solamente para conocer a dos personas que no le importaban en lo más mínimo.

Finalmente tuvo que acceder. Se vistió, se peinó, y se maquilló como su padre quería. Y al terminar de arreglarse bajó a la cena, que ya estaba servida. Agustín e Ivy la esperaban sentados en la mesa, junto a su padre. Llegó hasta ellos, y tomó asiento frente a Agustín

—Al fin bajas, Caro—Le dijo su padre Que se encontraba sentado junto a Su ahora esposa—
 Ivy, Agustín. Ella es mi Hermosa Hija, Carolina —La presentó él, con una sonrisa.

—Mucho Gusto Linda. Ivy— Habló la mujer de cabello negro y oscuros ojos, fríos y llenos de  secretos.

—El gusto es mío. — Habló Carolina , sin importancia alguna.

—Agustín. Mucho gusto. Espero que nos llevemos  muy bien, Caro —Dijo el sonriente. Al principio estaba fastidiado por la idea de tener una hermanastra, y ahora muchísimo más. »No se podría tener como Hermanastra a una chica tan hermosa como lo es Carolina« fue lo que pensó él. Todos en la mesa sonrieron excepto Ivy, que frunció el ceño.

—Seguro que sí—respondió ella con una sonrisa embobada, más bien, cautivada por la belleza de aquél chico.

Y no fue la única que quedó cautivada. Él también por ella. Su atracción al instante fue mutua, Se podría decir que fue Amor a Primera Vista.

Durante la cena chocaron miradas varias veces, y se regalaron sonrisas el uno al otro.

~Dias después ~

Ivy, y Carlos se fueron de Luna de miel, pues no habían podido realizarla debido a los asuntos laborales de ambos en la empresa.

Agustín y Carolina habían estado aprovechando los días a solas al máximo, habían salido a todos lados juntos. Se llevaban más que bien, parecían mejores amigos. Aunque eso no era lo único que querían ser.

La atracción que sentían el uno por el otro era cada vez más fuerte. Se podría decir que ya estaban enamorados. Sí, es muy loco que con apenas días de haberse conocido ya sientan eso, pero así es el Amor.

Hoy, Agustín la había invitado a ver el atardecer en la playa, algo que a ella le encantaba hacer. Antes solía ir con su madre, lo que la puso un poco nostálgica, pero al final, terminó aceptando.

Ya casi a las 5 de la tarde Partieron Camino a la playa, que quedaba muy cerca de su casa. Agustín cargaba a Carolina en su espalda.

—¿Has estado comiendo mucho, linda?—preguntó él y rió, siguió caminando con ella sobre su espalda. Así le decía él, "Linda", y a ella le encantaba.

—Ya callate, Agus—dijo ella mientras reía.

Siguieron su camino hasta la playa, y al llegar se sentaron en una gran roca a la orilla del mar. Minutos después el atardecer cayó frente a sus ojos.

 —Me encanta ver los atardeceres, son hermosos— Dijo ella, y volteó a verlo, él ya se encontraba viéndola, le gustaba observar cada detalle de su rostro cuando ella estaba distraída.

—Sí, son hermosos. Pero tu muchísimo más —ella se sonrojó. Él colocó un mechón de su cabello detrás de la oreja.

 —Gra.. Gracias —Tartamudeó. Para una chica tan dulce, e inocente como ella era difícil asimilar que había recibido un cumplido del chico que le gustaba.

—No tienes que agradecer nada. Sólo digo la verdad—Habló él mientras se iba acercando lentamente a ella. La castaña no sabía que hacer, estaba estática, sus pensamientos estaban volando y su corazón saltando de alegría por el hecho que sabía que estaba a punto de pasar.

—¿Que haces?— Tartamudeó, y lo miró directo a los ojos, sus miradas se conectaron.

—Quiero Besarte, Carolina—susurró sobre sus labios, tomó la cara de ésta entre sus manos, y con su pulgar le acarició la mejilla dulcemente.

Ella instintivamente cerró los ojos. No sabía lo que tenía que hacer, Sería su primer beso.

 —Te quiero, Caro.—susurró, para luego romper la poca distancia que los separaba uniendo sus labios en un beso.

El corazón de Carolina casi se salía de su lugar. No podía creer que lo que sentía era correspondido. Al separar sus labios, ambos esbozaron una gran sonrisa y conectaron miradas 

—También te quiero, Agus. Y mucho —el sonrió, y volvió a unir sus labios en un beso. Tan dulce y lento como el anterior.

Ella se preguntaba si después de ese momento, llegarían a ser algo más que amigos.

Mi nombre es Venganza | AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora