D I E C I S I E T E

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(Horas Más Tarde...)

Después de unas cuantas largas y aburridas horas de vuelo, al fin Agustín y Carolina  se encontraban en la recepción del lujoso hotel en el que se hospedarían.

El chico hablaba con la rubia recepcionista, en espera de que ésta le hiciera entrega de la llave de la suite que había reservado su madre.

—Aquí tienes, Guapo— dice la recepcionista mientras extiende la llave hacia él.— ¿Vienes solo?— pregunta mientras lo mira de arriba a abajo, mordiéndose los labios descaradamente. Nadie puede resistirse ante lo guapo que es este hombre.

Toma la llave, y cuando abre la boca para responder es interrumpido por la castaña.

—Cariño ¿Listo? Quiero subir,  Estoy algo cansada.— dice, parándose junto a él y  fulminando a la rubia con la mirada. Está celosa. Bastante.

—Oh... Lo siento. No sabía que venían para su luna de miel— susurra, apenada.

—Ahora ya lo sabes— dice y engancha su hombro con el de Agustín, éste toma las maletas y comienzan a caminar hacia el elevador.

La castaña gira un poco la cabeza antes de entrar a éste y mira venenosamente a La recepcionista en modo de advertencia. Suben y Agustín deposita las maletas en el piso. Pulsa el botón del piso 32.

—¿Celosa, Cariño?—le pregunta y suelta una carcajada, burlándose de la forma en que lo llamó y en como lo celó allí afuera segundos antes.

—Para nada— dice mirando hacia otro lado

—Oh, no tienes que fingir. Hubiese hecho lo mismo si se tratara de ti— dice mientras se acerca a ella, hasta acorralarla entre la pared del elevador y su cuerpo.

—No estoy celosa— insiste, evitando cruzar su mirada con la de él.

—Sí, claro— sonríe
Burlón— ¿Por que no me miras a los ojos y me niegas que estas celosa?— susurra en su oído, mientras la toma de la cintura.

Suspira— Esta bien... Admito que si estoy celosa.— susurra, rodeando el cuello del chico con sus brazos y sonriendo.

—Ya lo sabía, sólo quería escuchar que lo dijeras— susurra y ríe, muerde suavemente el lóbulo de su oreja, haciéndola gemir levemente.

Alza su rostro, haciendo que sus labios rocen entre sí.

—Te ves muy bonita celosa. Muy muy bonita— susurra sobre sus labios, para luego unirlos en un beso, que es correspondido por la castaña al instante.

Sus manos suben hasta enterrarse en su cabello y tirar suavemente de él, haciendo que a Agustín se le escape un gruñido. Le encanta que ella lo toque. Sus lenguas hacen contacto y empiezan con una excitante lucha entre ellas.

El elevador se detiene al llegar a su destino. Ambos se separan jadeando, y sonrien al conectar sus miradas oscurecidas por la lujuria del intenso y excitante momento.  El chico toma ambas maletas en una sola mano y vuelve a besar a La castaña, esta vez con más exigencia.

Bajan de la caja metálica mientras siguen comiéndose la boca con notorio deseo el uno al otro, logran llegar a la puerta de la suite, y Agustin introduce la llave en la cerradura, la gira  haciendo que la puerta se abra y empuja levemente a Carolina aún sin dejar de besarla, se adentran completamente en la suite y  el morocho cierra la puerta con su pierna, para luego dejar las maletas en el suelo.

La castaña es quien rompe el beso por falta de aire. El chico se acerca a ella  y la toma del trasero, haciendo que esta enrolle sus piernas alrededor de su cintura. La gigantesca y creciente erección de Agustín se clava en su sexo, haciendo que a ambos se les escape un gemido

—¿Estas segura de que quieres hacer esto?— le pregunta en voz baja, y con la respiración agitada a la Castaña, el corazón de esta se infla de ternura al saber que el quiere cuidarla, sonríe levemente y asiente con la cabeza.

El morocho sonríe ampliamente y rodea la cintura de la chica con sus brazos para evitar que se caiga. Se dirige con ella a la habitación, y cuando ya están dentro de esta la deposita suavemente sobre la cama. Se quita la remera y se posiciona sobre ella, apoyando sus brazos a cada lado de su pequeño cuerpo, evitando aplastarla con todo su peso.

—Eres hermosa— susurra e inclina su cabeza, para luego comenzar a depositar suaves besos en su cuello mientras baja los tirantes de su vestido. Segundos después sus labios comienzan a lamer, chupar y morder la piel sensible de éste, Logrando robarle a la chica pequeños gemidos de placer y dejando una que otra marca.

Baja sus temblorosas manos a los botones del Blue jean del Chico, los desabrocha y lo baja de un tirón, para luego tirarlo al suelo de la habitación. Ahoga un gemido mordiendo fuertemente su labio inferior, cuando ve el gran bulto que sigue creciendo entre las piernas de Agustín.

—¿Te sorprende el tamaño?— pregunta sonriendo burlón, mientras se incorpora para observarla mejor.

—Un poco susurra completamente ruborizada, evitando mirarlo.

—¿Lo has hecho alguna vez?—pregunta en voz baja, mientras se despoja totalmente de su vestido, para luego lanzarlo al suelo junto a su pantalón, que fue arrojado al mismo sitio por la castaña anteriormente. Toma su barbilla con delicadeza y hace que lo mire a los ojos. 

—No—musita, como si le avergonzara el hecho de ser virgen.  Mientras se pierde en la avellanada mirada del chico. Pero si de algo está segura, es que con la única persona que quiere perder su virginidad es con la persona que ama, con Agustín.

—Seré cuidadoso, y no iré rápido a menos que tú me lo pidas—susurra, deposita un rápido beso en sus labios y sonríe ampliamente, le emociona mucho el saber que será el primero en tocarla. 

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¡HOOOOOOLIS! Espero que les haya gustado este nuevo capítulo, aunque lo bueno venga para después....  Dejen su opinión en los comentarios 😊😘 Hasta el próximo Jueves 💚💜

Mi nombre es Venganza | AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora