D O C E

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7 años atrás...

Días después...

9 días habían pasado desde la muerte de Carlos y esos días parecían haber sido eternidades para la Castaña.

Se la había pasado encerrada en su habitación. No podía soportar que los dos seres que le dieron la vida ya no estuvieran junto a ella.

Agustín, a Diario, a la salida del colegio intentaba animarla a ir a otros lugares, Pero ella se negaba, su rutina seguía siendo la misma, irse a encerrar a su habitación y pasar todo el día allí.

Hoy, se llevaría a Cabo la lectura del testamento y la castaña permanecía encerrada entre las paredes de su habitación, aunque ya se encontraba lista.

Cada día se le hacia más difícil asimilar la partida de su padre, todo había sido tan de pronto, simplemente no se explicaba como fue que pudo pasar, su padre siempre fue un hombre sano y de muy raro enfermarse.

Agustín y su madre se encontraban terminando de almorzar. Carolina, no había querido comer absolutamente nada en lo que iba de día, si no hacían algo podría entrar nuevamente en depresión.
Su novio siempre intentaba hacerla comer, pero era Imposible.

A poco tiempo de ser la hora pautada para la lectura del testamento, Agustín sube a la habitación de la chica con una bandeja de comida, la quería fuerte, no pensaba permitir que volviera a caer en algo que ya superó. Al estar frente a la puerta, tocó con tres suaves golpes, Nada. Volvió a tocar, Silencio total.

Preocupado, abrió la puerta de la habitación, que por suerte no tenia seguro. Se adentro en ésta y sintió un alivio inmenso al ver que ella estaba dormida, estaba bien.

Se acercó cuidadosamente a la cama y colocó la bandeja sobre la mesita de noche, para luego sentarse junto al cuerpo de la castaña, acarició el cabello de ésta mientras la miraba con ternura. Su mano rozó la orilla de la almohada, estaba empapada de lágrimas. Suspiró y se inclinó, plantando un beso en la frente de la Chica, ésta se removió en la cama y abrió los ojos de a poco y al notar la presencia de su novio sonrió, estar con él la hacia sentir mucho mejor.

—Hola Bella Durmiente—dijo él acariciando el rostro de su novia.

—Hola amor— ella sonrió nuevamente.

—Preciosa, no quiero que sigas sin comer, te necesito fuerte y no me gusta verte todo el día encerrada aquí, no pienso consentir que vuelvas a caer en la depresión, no lo soportaría —Dijo serio.

Asintió con la cabeza y sonrió—Lo haré amor, comeré y ya no estaré solamente encerrada aquí. —sus ojos se cristalizaron.— Aunque me sea difícil asimilar todo esto, se que ahora mi padre esta en un lugar mejor y me cuida desde allí.

Agustín sonrió mientras algunas lágrimas rebeldes salían de sus ojos, la tomó entre sus brazos y la abrazó fuertemente, Cuanto quería, No... Amaba a esa chica.

—Te amo—susurró él mientras la acurrucaba más entre sus brazos, era su primer 'Te amo'

—Tambien te amo—susurró ella con una sonrisa de oreja a oreja, eso sin duda había alegrado su día.

Al cabo de un rato Carolina ya había acabado de comer todo lo que Agustín le había llevado y estaba maquillándose para ocultar sus grandes ojeras y la hinchazón en sus ojos de tanto llorar.

—¿Lista?— Preguntó él abrazándola por detrás, apoyando su cabeza en el hombro de ella.

—Sí, lista—sonrió y colocó sus manos sobre las de agus y giró hacia él, dándole un rápido beso en los labios

—Vamos—Sonrió y entrelazó su mano con la de ella y juntos salieron de la habitación, para dirigirse al despacho en donde se sabría quien seria el beneficiario de la fortuna de Carlos.

Mi nombre es Venganza | AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora