U N O

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Carolina

Me encuentro en mi auto, conduciendo hacia la empresa 'Jewelry Bernasconi' Lo admito, mis nervios estan exageradamente elevados, ¿Por qué? ¿Una razón? Agustín Bernasconi. El autor de mis exagerados nervios. No lo veo hace 7 años, no creo que me recuerde, cambié mucho desde entonces... En la época en la cual nos conocimos mi cabello tendía a ser un castaño claro, casi rubio. Llevaba brackets, y no usaba lentes como actualmente...

Estaba tan metida en mis pensamientos que no me fijé en el momento en el que había llegado a la empresa, conduzco hasta el estacionamiento de ésta, y al llegar estaciono mi auto en un puesto. Tomo mi bolsa y mi carpeta con mis documentos en manos, bajo del auto, lo aseguro bien y me adentro en la empresa con una sonrisa, que juro que perfectamente puede iluminar toda la recepción, Los nervios siguen presentes, pero mis ganas por verlo después de tanto tiempo, son inmensas

Me acerco a la secretaria, que se encuentra detrás de un elegante mostrador en medio de la recepción, le comento sobre mi cita de trabajo con Agustín, y enseguida me deja pasar.

Voy camino a su oficina, jugando con mis manos nerviosa. Y de un momento a otro choco con un chico, haciendo que todos los papeles que él trae en manos, caigan al suelo al igual que yo sobre él

Agustín

Maldición. Me había costado tanto acomodar todos esos papeles, para que vinieran a tirarmelos todos

—Pudiste fijarte ¿No?— Digo algo molesto. Encima de que me ha tirado todos los papeles, ha caído sobre mí, va a ensuciarme la camisa.—Disculpa, ¿Estás Bien?— Pregunto. Estaba siendo un completo Idiota. Ni siquiera pregunté si estaba bien, simplemente estaba preocupado por una camisa. Típico idiota

Hace una mueca de confusión.

-¿A cual de las preguntas debo responder? Primero me dices que me fije, y luego me preguntas que si estoy bien- ríe un poco y yo también lo hago

—También venía distraído, disculpa—y ahí es cuando caigo en cuenta de que ni siquiera me he tomado el tiempo de ver con quién choqué.

Alzo la mirada, y el rostro de la chica esta cubierto con algunos mechones de su cabello que probablemente se salieron de su lugar al caerse, se los paso por detrás de la oreja con delicadeza y al ver su rostro despejado no puedo evitar sonreír, es Hermosa.

Subo mi vista a sus ojos, y tienen un color muy familiar para mí, ese marrón verdoso que hace años no veo ¿Acaso es ella? No, imposible. Aunque quisiera que lo fuera

—Deberíamos levantarnos— susurra. Quiero quedarme más tiempo así con ella, Nadie me ha cautivado así con apenas segundos de haberla conocido. No creo en el amor a primera vista, pero creo que comenzaré a creer que si existe, porque creo que lo estoy viviendo justo ahora.

— Sí, sí—Le digo Sin apartar la vista de esos ojos tan familiares, que juro haber visto antes. Ella se levanta y se acomoda el vestido que trae, imito su acción y me sacudo un poco la camisa.—Mi nombre es Agustín Bernasconi... ¿El tuyo? — Le pregunto, y le dedico una de mis mejores sonrisas.

Mi nombre es Venganza | AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora