V E I N T I S I E T E

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Su corazón deja de latir con tan sólo escuchar el nombre de su amado, sus ojos se llenan de lágrimas y su respiración se vuelve irregular. Había sido muy egoísta de su parte no haber pensado él cuando tomó la decisión de venir a acabar con Ivy.

Y sí, había dicho que nada ni nadie cambiaría su decisión, pero las palabras de Karol la hicieron pensar con claridad; ¿qué fue lo que sintió ella cuando perdió a su padre? Sola, se sintió vacía, así se sentiría Agustín, pasaría por exactamente lo mismo que ella hace 7 años.

—¿Carolina?— susurra Karol, posicionándose a su lado.

La castaña había entrado en una serie de shock, estuvo a punto de cometer un asesinato, estuvo a punto de convertirse en una asesina, como lo es Ivy. ¿Acaso a sus padres les hubiese gustado que ella matase a esa mujer? No, por supuesto que no. Sus padres deben estar decepcionados ahora, porque aunque no lo haya hecho.. Estuvo a punto de hacerlo. ¿Por qué tomó la decisión de hacer algo así de manera tan apresurada? esa mujer podría denunciarla, iría a la cárcel por intento de homicidio. Agustín se enteraría de todo y de la peor manera, se decepcionaría muchísimo con ella, lo peor es que se lo merece, porque es una estúpida que se dejó llevar por el resentimiento, por esas malditas ganas de vengarse que crecen cada día más.

Cierra los ojos, y sin poder poder evitarlo las lágrimas comienzan a correr por su rostro. Baja la pistola y la deja caer al suelo, el fuerte sonido que ésta genera al impactar contra el suelo hace sobresaltar a la mujer de los ojos oscuros, Carolina se acerca a su mejor amiga apenada, triste, cubre su rostro con ambas manos y se echa a llorar.

—Karol, por favor perdoname, tenías la razón y yo...—suelta
un sollozo.— sabes que soy incapaz de hacerle daño a alguien, me dejé llevar por el odio que sentía, pero sabes que amo a Agustín y no sería capaz de hacerle daño, nunca lo haría.

Suspira.— Lo sé, y por supuesto que te perdono, eres mi mejor amiga, caro, mi hermana.— se posiciona frente a ella y la abraza con fuerza, dándole a entender que todo estará bien.

—Tengo que decirle la verdad a Agustín — susurra a su amiga entre sollozos, no puede permitir que él llegue a enterarse de su verdadera identidad por parte de otra persona.

—Será lo mejor, caro.—le dice la ojiverde, apoyándola en su decisión. Eso hacen las amigas ¿no?

A todas éstas Ivy aún se encontraba atónita, pensó que su final había llegado, pero por suerte no fue así, aún no ha obtenido todo lo que quiere y está segura de que lo obtendrá antes de dejar este mundo. Sonríe triunfante, enferma.

—Te juro que voy a dejarte en la miseria como lo hiciste conmigo, vas a sufrir tanto como yo lo hice. Haré justicia por todos los asesinatos que cometiste y atrevete a decir una palabra y esta vez no tendré compasión para volarte la cabeza de un balazo— amenaza la castaña antes de abandonar la casa de la mujer junto con Karol.

(...)

Media hora más tarde, Ivy se encontraba sentada en el gran sillón de la mansión de Carla, con la rubia antes mencionada a su lado. Ha venido para conversar sobre una persona que la tiene un tanto preocupada, una persona que puede lograr que su negocio millonario con la familia Romanini no se logre, quitándole la oportunidad de obtener todo el poder, el dinero y los lujos que siempre quiso tener.

—Ya lo sabía.— dice Carla alzando los hombros, restándole importancia a la revelación de Ivy.

—¡¿COMO QUE YA LO SABIAS?!— grita, furiosa.

Carla rodea los ojos y suelta un bufido, ¿es necesario contarle sobre su amorío con el policía? Sin duda.

—Mi novio es policía, tenía mis dudas sobre ella y el me las sacó por completo. Venganza Castillo no existe, ahí fue donde supe que esa chica era Carolina, esa chiquita de la que siempre me hablaste.

—Espera... ¿Qué novio?— pregunta con el ceño fruncido, ignorando por completo las otras cosas que la rubia le dijo.

—A ver, te recuerdo que Agustín y yo no estamos enamorados ni nunca lo estaremos. ¿Por qué insisten mi padre y tú en casarnos? Estoy cansada de toda esta farsa.
Amo a Eduardo y Agustín ama a Carolina. ¡No podemos estar juntos, estamos enamorados de otras personas!— suspira, harta. Se estuvo guardando esto durante mucho tiempo.— No quiero casarme sin amor, no estoy dispuesta a fingir ser feliz y ser la esposa perfecta, no creo que Agustín lo esté tampoco, lo siento.

La mujer de los ojos sonríe, mientras chasquea la lengua y niega repetidas veces con la cabeza, burlona.

Carla estuvo con Agustín al mismo tiempo que con Eduardo, la diferencia era que su verdadera pareja si sabía de su falsa relación con el cordobés. Al principio ambos estaban de acuerdo en que ella debía casarse con el morocho, para así juntos aprovecharse de su dinero. La rubia lo pensó, y decidió que no quería aprovecharse de Agustín, ella ha cambiado, el amor que siente por Eduardo la cambió, pero tarde, porque lo que hizo con tal de mantener contento a su padre no tiene marcha atrás.

—Nena, te recuerdo que tu padre y yo ya firmamos un contrato en el que mi hijito y tú deben contraer matrimonio. Tanto él como yo recibiremos beneficios al realizarse la boda exitosamente— sonríe.— Así que me importa un carajo si te casas con o sin amor, de igual forma tienes que hacerlo, porque no pienso perder una millonada por tu culpa.

—Pero...—insiste Carla, pero es interrumpida por la voz de la mujer. Le parece realmente injusto que su padre le esté haciendo esto aún sabiendo cuán enamorada está de Eduardo, nunca le ha importado a Rogelio, a él lo único que le interesa es el dinero y éste es un claro ejemplo de ello, Ivy y él harían una pareja perfecta, ambos están enfermos.

—Pero nada, Ah y tienes que decirle a Carito que si no se aleja de Agus, lamentablemente revelaremos su verdadera identidad, que intentó asesinarme y la amenaza que me hizo.— sonríe, cínica.— Y si tú no lo haces, Rogelio y yo nos encargaremos de acabar con tu relación.

Muy tarde tomó la decisión de cambiar, ahora le toca afrontar las consecuencias que la ambición de su novio y la suya le trajeron. No tiene otra opción más que aceptar, así que eso será lo que hará...

—Está bien.— musita, rendida.

Ivy sonríe triunfante, obtendrá lo que tanto desea... Y lo mejor es Carolina ya no será una piedra que se interponga en su camino después de que Carla le plantee su amenaza.

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¡-3 Capítulos para el final! 😨





















Mi nombre es Venganza | AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora