Tessa no podía describir aquel sentimiento que la ahogaba al verlo. Para ella era algo tan desagradable y la avergonzaba el mero hecho de sentir algo que se había dicho a si misma tantas veces odiar. Tessa quería ver su rostro como antes. Quería verlo y odiarlo, o al menos sentir disgusto. En cambio, lo único que conseguía era un ataque al corazón cuando sus ojos se encontraban y cosquilleos en el estómago. Suaves y cálidos.

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Excerpts From My Brain
RandomPalabras jamás dichas, sueños robados, recuerdos que aún duelen y fantasías de mi mente que no serán vistas por nadie pero son publicadas para sacarme el dolor del pecho.