13. No olvides

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Le había dicho a su hermana que no era necesario que lo acompañaran, más por ese viejo orgullo y esa confianza que no podía recuperar en esos días; Rosalie al final terminó accediendo, dándole dinero para pidiera un taxi, o ese vehículo tan extrañ...

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Le había dicho a su hermana que no era necesario que lo acompañaran, más por ese viejo orgullo y esa confianza que no podía recuperar en esos días; Rosalie al final terminó accediendo, dándole dinero para pidiera un taxi, o ese vehículo tan extraño al que la mujer le indico era uno.

Estar sólo y en silencio le permitió comenzar a estudiar aquel mundo al que debía integrarse; esos escenarios artificiales que veía desde su ventana. La casa de su hermana conservaba muchos muebles considerados antiguos, en parte porque esperaba guardar un poco del pasado para él.

Jean suspiro pesadamente, volver al hospital se convirtió en una dura prueba desde que le dijo a Otabek que no quería verlo; entro sin desear retrasarse más para su revisión periódica; el eco del bastón que aún tenía que usar siempre le ponía incómodo.

Llamó a su hermana en cuanto entro a la sala de espera, sabía que su preocupación era lógica; más cuando Jean solía desorientarse fácilmente, al parecer aquella enfermedad dejaría huellas y un fantasma de lo que fue su mente.

—JJ, ¿has estado bien? — Mila se acercó con aquella tablilla en brazos que todos tenían—. Si me acompañas, Yurio ya está listo para revisarte, pero esta algo roñoso esta mañana, ya sabes— Le guiño un ojo amistosamente.

—Nos llevamos muy bien, no hay nada de qué preocuparse— Esa sonrisa deslumbrante que le caracterizaba se hizo presente.

Le daba un poco de remordimiento ver al ruso, siendo este el mejor amigo de Otabek, y el asignado en cuanto pidió cambio de doctor.

—Leroy— saludó el medico rubio, analizando con sus ojos verdes la tablilla con el expediente de Jean—. Parece que has asistido a todas tus terapias físicas; ¿sigues teniendo problemas con el equilibrio?

El canadiense miró incomodo el bastón que tenía que traer por esa situación, y porque sus piernas aun temblaban bajo su peso; su recuperación le parecía eterna.

—Un poco— susurró sin dejar que su sonrisa flaqueara—. ¿Por qué tardo tanto en estar bien Yura?

Yuri entrecerró los ojos ante el uso de aquel sobrenombre cariñoso por parte del canadiense—. Leroy, tienes solo unos meses desde que despertaste de un coma de setenta años, ¿por qué crees? — lo cuestionó con un tono sarcástico—. Como sea, también está que tu cerebro está desarrollándose, técnicamente se reconstruyó gran parte, así que habrá secuelas.

—Es que es demasiado lento, y JJ no suele ir despacio, ¿sabes? — Ignoró completamente la manera en que le habló el ruso.

—Sí, sí. — Actualizó el reporte del canadiense dejando que este hablara—. ¿Cómo van tus recuerdos?

—¡Te sorprenderá Yura! ¡Recuerdo algo diferente cada día! No cosas muy grandes, pero no hay momento en que no descubra una memoria nueva.

—Jean— Yuri no quería traer el tema a la conversación, pero Otabek le preocupaba, su estado de ánimo no había sido el de siempre, además de que nunca quiso explicar que le quitaron de su cargo a Jean—, Beka ha estado algo decaído, ustedes se llevaban muy bien y...

Until Tomorrow [YOI] [JJBek] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora