Revolvía el montón de basura que se hallaba en la costa, el plástico le era un instrumento demasiado útil en algunos aspectos, del mismo modo que aprovechaba las pocas cosas que venían con el mar australiano, lo que la corriente le brindaba para poder sobrevivir por lo menos otros diez años más en aquel clima tan tropical
Caminaba con su costal hacia la pequeña cabaña improvisada que construyó con los árboles que fueron derrumbados debido al último huracán que sacudió la isla, era su refugio, donde sólo se dedicaba a dormir y reservar sus pocas pertenencias. Dejó los cacharros a un lado recostándose después en aquel piso de latas y plásticos mirando por los orificios de la cabaña el cielo que, al parecer, ocultaba al rey astro para dar paso al satélite natural de la tierra
La misma pregunta retumbaba su mente. ¿Quién era realmente?
No sabía, lo último que recordaba era que llegó en esa isla en un bote salvavidas cuando apenas tenía diez años. Sus recuerdos eran muy vagos con respecto a su niñez, ya que no tenía idea de quiénes eran sus padres, en qué lugar nació, y peor aún, ¿Cuál era en verdad su nombre? Ni siquiera un recuerdo que lo llevase a reconocer su identidad poseía en su memoria
"Hae"
En la parte posterior de la camisa que vestía desde que llegó encontraba una leyenda con aquella palabra tan peculiar, que al no saber de qué se trataba no dudó en utilizarla como su nombre. Delante de aquella sílaba encontraba restos de tinta que fue borrada con el paso de los años
Salió de sus pensamientos cuando una bola peluda llegó recostándose sobre su pecho. Alzó la cabeza sonriendo al ver cómo aquel armadillo se acomodaba para conciliar el sueño
—¿Qué pasa amiguito? Parece que no has encontrado tu hogar
El hablar solo y en distintas ocasiones con los animales le favoreció a no perder el sentido de la comunicación; claro estaba que de su boca sólo salían palabras que él conocía perfectamente, puesto que, vivir aislado de la sociedad por años le impedía cruzar palabra con otra persona, era obvio. Como si el armadillo entendiera, se colocó en el abdomen del chico, este acariciaba su piel sin borrar su peculiar sonrisa, pasando la mano desocupada por sus cabellos que le llegaban hasta los hombros
El sonido de las olas chocar con la orilla de la playa sonaba relajante, causando que se quedara profundamente dormido. Soñando con alguna familia de la cual, no estaba seguro que la tuviera
—Su alteza —El tripulante de la navegación llamó al príncipe de cabellos dorados, quien observaba desde el catalejo alguna señal de tierra firme —Llevamos más de dos días en esta embarcación, ¿No sería prudente dar vuelta al velero para regresar a Corea? —El menor desvió la mirada del objeto para girar hacia el hombre de cabellos blancos que le hablaba —Su padre pidió que no demoráramos más de una semana en volver al reino
—Yunho, tengo veintitrés años, no soy un niño para que me estén diciendo cuándo volver y dejar de hacer las cosas —Bajó de lo alto del barco para ponerse frente a su asesor —Independientemente de lo que diga mi padre, buscaremos un lugar en tierra firme para acampar, posteriormente descansaremos unos días ahí y volveremos. No quisiera dejar mi travesía solo porque mis deberes reales me obligan a regresar —El hombre mayor negó
—Usted es el príncipe de Corea, su deber real más importante es velar por su reino —Recalcó Yunho antes de ver partir al rubio —Recuerde que es el primogénito de los Choi, usted debe ser un ejemplo para su hermano menor, ya que será el primero en casarse, en tomar el trono real y gobernar con sabiduría la península coreana —Hyukjae rió alto
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Only for You [Eunhae] [Yewook] (Mpreg)
RandomNuestra historia se remonta al año de 1540, donde la época de las monarquías se basaba en reyes, príncipes y plebeyos Choi Hyukjae, príncipe de la península coreana, hijo de su majestad Choi Siwon y Choi Heechul, es un joven carismático, encantado...