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So I might just
Take my pride and go

-Prove Me Wrong, Tyler Joseph


Al mediodía salía el vuelo, así que tres horas antes Frank, Gerard, Jenna y Ashley acordaron acompañarlo al mismo aeropuerto del que se despidieron de Brendon hace dos semanas.

–Por favor… –Ashley llevaba ya veinte minutos seguidos tratando de convencer a Tyler que se una.

–No –contestó rotundamente.

–Es tu amigo.

Tyler rió amargamente.

–De acuerdo, tal vez hayan tenido una relación realmente disfuncional, pero él te quiere, y Dios sabe que tú lo quieres.

–Nah.

–Tyler… –suspiró– escucha, él me mencionó por mensaje que le gustaría que estés ahí. Además… Jenna y Frank estarán ahí, y luego iremos a almorzar y nos divertiremos como buenos amigos.

–No lo sé…

–Te contaré que pasó la otra noche con Noctis.

Y Tyler aceptó de inmediato.

-

–¿Podemos hablar? –Le preguntó Josh por lo bajo a Tyler.

Se habían reunido hace ya media hora y pararon a desayunar en una de las cafeterías del aeropuerto, Debby repetía como los iba a extrañar (incluso cuando ya no se veían hace mucho), y Gerard contaba anécdotas de Frank ebrio tocando en vivo mientras éste se tapaba la cara con vergüenza.

–Ya que todas las parejas se están mudando –comentó Ashley con la boca llena con una dona–. Ty, deberíamos irnos a Los Angeles.

–Nah, Nueva York es la respuesta, if I can make it there I can make it anywhere –cantó con tono exagerado mientras se levantaba de la mesa.

–Brendon hubiera llorado orgulloso por esa referencia –dijo Jenna.

Tyler lo siguió a un costado de todas las mesas y lo miró sin expresión alguna.

–En serio, en serio lamento todo lo que hic-

Pero fue silenciado de repente por un abrazo apretándole tal vez más fuerte de lo que le gustaría.

Dios, Tyler lo había extrañado tanto, tanto, que ni siquiera le hubiera molestado el volver al juego de “te deseo pero tengo novia.”

Josh lo abrazó por la cintura y lo apretó todavía más, hundiendo el rostro en su cuello e inspirando el aroma a café y cigarrillos que expiraba el castaño.

En todo momento las palabras “Por favor, por favor quédate” estuvieron en la punta de la lengua de Tyler, rogando por salir, pero se obligó a sí mismo a callarse, porque tenía que dejar de lado su egoísmo por la felicidad de Josh.

Aunque, para ser sinceros, si las hubiera dicho, Josh no hubiera hesitado en lanzar las maletas y quedarse.

El altavoz anunció que era momento de abordar el vuelo respectivo de la pareja, y la despedida finalmente llegó.

Todos se unieron en un gran abrazo e hicieron prometer a Josh y Debby que los mantendrían al tanto de su nueva vida en la nueva ciudad y pasarían a visitarlos de vez en cuando.

Ashley abrazó a Josh y le susurró al oído en voz realmente baja: –Espero que para cuando vuelvas le propongas maldito casamiento a Tyler.

Y Josh rió porque no sabía que más responder. Ashley se alejó un paso y le dio algo a Josh sin que nadie más vea, la foto de la primera vez que Tyler llegó a la ciudad.

–Llámame cada tanto ¿sí?

–Lo haré –le sonrió mientras miraba de reojo a Tyler.

Ashley volvió al lado de su mejor amigo y lo abrazó por la cintura para reconfortarlo mientras lo vieron pasar por el chequeo.

Mientras Josh subía al avión, se sentaba junto a Debby y miraba por la ventana a la pista, recordó uno de los primeros días que Tyler comenzó a trabajar con él.

–¿No crees en el amor?

–Oh, sí creo en el amor, pero no creo que el amor sea para mí.

–Algún día terminarás enamorándote de alguien.

–¿Ah sí? ¿De quién? ¿De ti?

–Nunca se sabe, Tyjo.

–¿Vas a demostrarme lo contrario, Jish? ¿Vas a demostrarme que el amor es para mí?

Y mientras el avión despegaba, Josh realmente deseaba habérselo demostrado.

Prove Me Wrong » JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora