Capitulo 2 : No Hay Nadie Más Sino Tú

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-¡¿Cuando piensas soltarla?!- jalandome y tomándome de la mano.

-¿RE...REIKO? lo mire y se veía muy disgustado y enfadado.

-Lo siento, no pensé que tuviera novio- mirandolo de una manera seria fijamente y de frente.

-No soy su novio- dijo con voz tenue.

-Lastima, eso significa que tengo una oportunidad con ella- susurro y voltea a mirarme fijamente.

-Di lo que quieras- Reiko giro y se alejo.

-Reiko...Zein...-- me quede en medio, mientras ellos se alejaban me quede plasmada por lo sucedido.

Después de un rato de pensar en lo sucedido corrí lo mas fuerte que pude y busque a Reiko por todas partes pero no lograba encontrarlo.

-El número con el que intenta comunicarse no se encuentra disponible o..... --

colgué y me dirigí a la habitación para ver si se encontraba dentro. Pero tampoco se encontraba , seguí buscando.

Sin darme cuenta que me encontraba en el lago cerca de la universidad, me acerque a la orilla y me senté, no pude encontrar a Reiko...

-Reiko....¿donde estas?....- me recosté en el pasto cansada, cubriendo mis ojos con mi mano, pensando en donde se encontraría el.

-¡Hey, mocosa!- escuché un grito y pude reconocer al instante de quien se trataba.

-¿En serio?- me gire a verle y alcé una ceja al verle ahí parado, Reiko solo sonrío y continuo andando hasta llegar a mi.

- ¿Nunca vas a dejar de ser tan insultante?-

-¿Cómo puedes pedirme tal cosa?- Dijo mientras alborotaba mi cabello.

-YAH – dije alejando su mano de mi cabello y haciéndome la molesta.

-No te enojes, pareces un perro anciano.- se alejó de mi y comenzó a caminar hacia una banca.

-Yah- me quité el zapato y se lo lance dándole en la espalda, sonreí triunfante y Reiko se giró.

-¡TU, PEQUEÑO. ANIMAL!- dijo y comenzó a correr hacia mi por lo cual por mera precaución comencé a correr lejos de él.

- ¡NO HUYAS!-

Reír y correr al mismo tiempo no era una buena combinación, te cansas más rápido, ténganlo siempre en mente.

No podía más y comencé a dejar de sentir mis pies, pero Reiko seguía corriendo atrás de mi.
"Diablos, no tengo escapatoria"- me decía a mi misma.
Entonces hice lo más inteligente que se me ocurrió, me tiré al suelo intentando simular una caída.

-¡Syrah!- grito Reiko y corrió aún más rápido hacia mi, una vez que estuvo a mi lado.

- ¿Estás bien?-

"Sigue fingiendo, sigue fingiendo" me repetía a mi misma una y otra vez

Reiko tomo mi pie y quitó mi tenis junto con la calceta e hizo una pequeña inspección en mi pie.

-¿Te duele?- Pregunto mientras giraba mi pie con lentitud, yo simulaba muecas de dolor

-¿Cómo puedes ser tan tonta?- dijo y levante mi rostro y me encontré con el rostro de Reiko cerca, muy cerca del mío.

Nunca le he dicho que es mi amigo o mejor amigo, no quería que él pensara que solamente lo veía como un amigo.Mi corazón siempre latía a una gran velocidad cada que estaba con él.
Reiko retiro su rostro e hizo un movimiento brusco con mi pie y yo grité por el verdadero dolor que causo en este.

El Sueño de SyrahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora