Capítulo 9: Un Mar de Sentimientos

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Arribamos a Corea y nos instalamos en una casa que Zein tenía ya que solo la usaba cuando el regresaba, era tan grande y bonita.
Salimos a preguntar por los alrededores en donde vivía Reiko, estuvimos varias horas buscando y no encontrábamos alguna información que nos pudiera ayudar.
¿¿Reiko donde estas??, estoy aquí.
Salí a recorrer las calles preguntando por él.
-Vaya, que cansancio y no logramos nada-
-Supongo que nuestro destino es no estar juntos-
Suspire profundamente, comencé a poner volantes que Zein ayudo a traducirme..

Reiko te extraño..

Sin darme cuenta comencé a llorar, ya no podía soportar no verlo, mis piernas estaban cansadas, mis manos estaban agotadas y mi persona estaba molesta por no tenerlo conmigo.

-Es mi culpa- me recargue junto a una pared y me senté sin fuerzas en uno de los escalones que se encontraban a mi lado, a mi izquierda se encontraba un árbol de flor de cerezo que arrojaba pétalos.
-Quería ver estos pétalos a tu lado Reiko- seguí llorando y escondía mi rostro con mis piernas.

-Syrah ¿que pasa', te estuve buscando vamos anímate-
Yo no podía hablar, no podía controlar mi llanto mi corazón no podía soportarlo.

-¿Syrah? Estas... Vamos no llores, lo encontraremos de acuerdo?-

-Miria estoy triste, estoy en el lugar con el cual siempre soñé, pero no de esta forma-

Miria me abrazo y me acompaño, yo no pare de llorar por unos minutos y cuando al fin pude calmarme ella me acompaño de regreso a la casa.
Llegando a casa Zein ya había preparado la cena.

-Vamos chicas, tomen asiento cenemos-

-No tengo mucho apetito-

-Syrah debes cenar algo no volviste en todo el día, acabas de salir del hospital así que no debes mal comer, ¿ok?-

-De acuerdo Miria- tome mi tazón y comencé a cenar, Zein es muy buen cocinero y me levanto mucho el animo.

-Zein, eres un gran cocinero- dijo Miria con una pequeña sonrisa y sonrojada.

-Vaya que cocinas muy bien Zein- dije terminando de comer.
-Muchas gracias chicas, que bueno que les haya gustado-

-Claro que si todo estuvo genial- dije yo alabándolo.

- Que les parece sí mañana vamos a la playa?- comento Zein levantando sus platos.

-Pero debemos buscar a Reiko- dije angustiada.

-No te preocupes, hoy una señora me comento que Reiko suele visitar esa playa- dijo con una sonrisa.

-¿De verdad?- dije con una sonrisa.

-¡¡Si vayamos!!, hay que aprovechar- dijo Miria abrazándome.

Después de platicar un momento con ellos y preparar mi ropa para el día siguiente me senté en la ventana cerca de mi cama abriendo la ventana.
Comencé a escuchar sin querer lo que Miria y Zein hablaban en la parte de abajo en el jardín que se encontraba.

- Espero que Syrah se distraiga el día de mañana, de verdad me preocupa- Volteo y miró fijamente a Zein.

-No te preocupes ella te tiene a su lado, se que estará bien- la tomo de la mano y le regalo una sonrisa.

-Gracias Zein-

-Por otro lado... No he tenido tiempo de estar a solas contigo- su cara se torno tierna y con una pequeña sonrisa.

-Ni yo he tenido tiempo de procurarte corazón-

¡¡Eehh!! ¿Corazón??... ¡¡Estoy se esta poniendo bueno!!.
Dije dentro de mi, tape mi boca ya que de la emoción hice ruidos.

El Sueño de SyrahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora