El Sueño de Syrah

CAPITULO 8: Su Último Mensaje

Después de haber sido arrollada, recuerdo que Reiko gritaba a todas partes pidiendo la ayuda a todo el mundo, yo sentía un poco de dolor en mi cabeza mi pierna izquierda y mi brazo derecho, al parecer el coche me había golpeado y había caído sobre mi hombro derecho, mi vista se comenzó a nublar yo lloraba, no por dolor, si no por que miraba a Reiko y el parecía tan triste que no sabía que decirle aun pudiendo hacerlo, por que el habla ya no salía de mis labios, mi voz por un momento se había ido, este amor que yo siento por Reiko, di gracias de que había sido yo y no el, ya que yo no hubiera soportado una vez mas verlo en un estado de peligro, así que me puse en su lugar, después de todo, es mi novio y se lo mucho que el me ama, ya que todo el tiempo que e pasado desde que lo conocí lo único que hizo fue cuidarme y procurar que yo estuviera bien, yo por un momento quede adormecida y ...... no supe mas de mi....

-¿Qué es esto?- miraba a todas partes, un paisaje de flores de cerezo se encontraba frente a mi y los pétalos de los arboles caían de manera que el viento no quería dejarlos tocar el piso y eran levantados de tal manera que provocaba que el paisaje fuera aun mas hermoso...caminaba de forma extraviada y miraba a los alrededores, apreciaba como las personas que pasaban a mi alrededor tenían sus ojos rasgados.

-Sera que yo estoy..- Mire fijamente y había anuncios con escrituras coreanas, no lo podía creer.

-Es..¿Corea?- si  así es, estaba en corea, mi mas grande sueño, estar en mi lugar soñado y favorito no lo podía creer, estuve muchos días allí, que de alguna manera, estuve trabajando y llevando una vida normal de lo mejor durante muchos días, que no llevaba la cuenta y lograba salir a conciertos y comprar mis cosas que siempre quise como peluches, posters, discos, alimentos y todo tipo de cosas.
Después de unos días me percate que todo a mi alrededor era perfecto, las cosas que compraba al mas barato precio, que los discos de música simplemente no recordaba como los había pagado y en ocasiones llegaba a lugares que ni yo misma recordaba como llegaba allí.

-¿Qué esta pasando?-miraba mis manos y mi ropa y de alguna manera tenía semana sin verme a un espejo y no me podía explicar a mi misma como era que me peinaba o iva a lugares a trabajar sin siquiera arreglarme.

-¿Donde estoy?, ¿que esta pasando?- Miraba a mi alrededor, ni Miria, ni tampoco Zein se encontraba y mucho menos....Reiko, ¿como era que hablaba con mis jefes?, ¿como era que compraba cosas?, ¿como era que iba a lugares sin saber hablar coreano?...

Todas esas Preguntas venían a mi...
Hasta recordar... que en verdad y lo cierto era... es que fui arrollada... y no recordaba que había sucedido de mi..

!¿Qué paso después de tener ese accidente?¡..Reiko...

-Reiko..- 

-Esta intentando despertar.. al parecer aun piensa en Reiko...- Escuchaba unas voces que a lo lejos pronunciaban palabras..

Todo volvió a ser obscuro y fue allí como me di cuenta que estaba tendida en el hospital y todo lo que había sucedido era un simple y hermoso sueño.. perfecto... tan perfecto.. que no podía seguir mas en ese lugar..

Abrí mis ojos y me percate que a mi lado estaban dos personas que aun no podía apreciar muy bien ya que mi vista se encontraba muy borrosa, parpadee varias veces y trataba de asimilar los rostros que se encontraban frente a mi.

-Esta bien, no te preocupes aquí estoy- escuchaba una voz muy dulce que tomaba mi mano.. al parecer se trataba de.

-Miria- mi vista comenzó a ver un poco mas claro.

-Esta bien Syrah aquí estoy, ¿como te sientes?-la mire y su cabello era ahora con las puntas de color de rosa, su cabello ya no solo era castaño, si no que había cambiado de color y aparte de eso ya era mucho mas largo que como yo lo recordaba.