Comenzamos muy bien ella y yo, y todo iba tomando su lugar, así como sus sentidos. De alguna forma me sentía alegre y también muy feliz porque estaba con María otra vez y yo no paraba de decirme en el fondo que esta vez todo iba a ser diferente y mantenía mi fe y mi esperanza viva en ello.
Ella comenzó a enfrentarse a distintos problemas, todos relacionados al daño que ella había sufrido en el pasado y que ahora estaba repercutiendo en su presente y por ello decidí ayudarle a levantarse y volver a ser ella, que ella volviera a ser las misma de siempre y que fuese la chica que yo conocí, esa chica tan linda, agradable y adorable que siempre ha sido. Comenzamos con un poco de psicología básica dado que ser psicológico había sido mi profesión tan atractiva que siempre deseaba porque me gustaba ayudar a los demás, ser yo ese confidente que escuchase sus problemas y les oriente para que retomen su camino y así puedan volver a recuperar lo que les fue arrebatado. Así comenzaron a pasar los días y poco a poco se venían muchas cosas pero igual me mantuve a su lado solo por ayudarla y que ella se sintiera mejor y muy bien, que era como siempre quería verla, pero mientras mas la ayudaba algo crecía dentro de mi, algo me hacia comenzar a quererla mas y mas y con ello comenzaron a crecer mis ganas de querer estar con ella y al mismo tiempo mi necesidad de ella, no entendía ni que me estaba pasando pero es que el simple hecho de estar junto a ella se volvía inevitable; en pocas palabras comenzaba a sentir algo por ella, algo mas que amistad y cariño, no tenía idea alguna de lo que era pero era grande, fuerte y me atraía mucho.
Al final ella estuvo recuperada y se sentía mejor de lo que yo esperaba, me sentía alegre por ello dado que había sido mi primera ayuda a alguien que tanto necesitaba de mi y yo aunque no estaba 100% capacitado hice lo que pude y logré mi objetivo: ayudar a que una persona destruida y rota por la vida se volviera a sentir bien con mi ayuda y mi conocimiento. Al cabo de unos días me sentía bien por ella pero ese sentimiento de alguna forma me seguía persistiendo y termine por definir lo que sentía y efectivamente sentía lo que de alguna forma ya no me importaba ni me interesaba sentir otra vez por alguien: amor. Me enamoré de ella por todo lo que había aprendido y al mismo tiempo por todas las cosas que habiamos logrado juntos, aunque sabía que ella tenía novio de alguna forma yo solo quería estar con ella y un día simplemente me sinceré con ella y le confesé todo de mi: desde cuando comencé a sentir lo que sentía y el por qué lo sentía y con ello le sume el decirle una palabra muy peligrosa: Te Amo.
Pensaba que ella se sacaría de onda o que me diría que la olvidará, pero no lo hizo; aceptó mis sentimientos y ella igual me confesó que sentía algo hacia mi, algo que igual la atraía hacia mi, que le hiciera amar todas mis locuras y mis tonterías, que por eso ella me necesitaba, que necesitaba de todo lo que me constituía a mi: mis locuras, nos emociones, mis sentimientos y mis valores y que por eso ella quería estar junto a mi, y al escuchar eso yo solo perdí mi miedo y decidí aceptarla y desde ese momento comencé simplemente a pedir que ella se quedará a mi lado, porque quería con el corazón y el alma que ella me eligiera a mi, a pesar de que tuviese una pareja deseaba que me eligiera, porque sentía un sentimiento muy fuerte y no lo quería perder por nada del mundo.
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P.S Te Amo
Teen FictionYo era de una forma hasta que te conocí. Acompañemos a Lawrence en su historia que comenzó de una forma, prosiguió de forma diferente y terminó igual que en el principio. Reiras, recordarás, llorarás y sin duda alguna vas a querer más. Espero que...